El video también reveló detalles curiosos del proceso: la salsa de tomate se guarda en un balde, mientras que albahaca y ajo fresco le dan el toque especial a cada pizza. Según explica el vendedor: "Todo está bien calentito y con mucho queso", lo que hace que el producto destaque frente a otras ofertas gastronómicas típicas de la playa, como churros o helados.
Precios accesibles y elogios en redes sociales
El menú del carrito incluye pizzas de muzzarella por $8.000 y de jamón y morrón por $10.000. Esta alternativa no solo sorprendió por su originalidad, sino también por su practicidad, dado que las pizzas están listas en minutos. “¿Cómo vas a hacer pizza en la playa? ¡Tan capo vas a ser!”, expresó un usuario en los comentarios. Otro, maravillado por la propuesta, comentó: “Esto es cine gastronómico”.
La creatividad y esfuerzo del vendedor no pasaron desapercibidos: “Ese señor se merece todo. No solo está muerto de calor bajo el sol, además tiene un horno. ¡Un montón!”, escribió un usuario, destacando el sacrificio detrás de esta innovadora idea.
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El impacto viral en TikTok
El alcance del video en TikTok no solo sirvió para popularizar su carrito, sino que también inspiró a otros usuarios a considerar la posibilidad de replicar esta iniciativa en diferentes puntos de la costa. Comentarios como “La temporada que viene voy a vender pizza en la costa” o “Venite a mi playa, que te compro seguro” inundaron la publicación, demostrando que este proyecto despertó el interés y las ganas de innovar en el rubro de la gastronomía ambulante.
Este fenómeno no solo es un ejemplo de creatividad e innovación, sino también una lección sobre cómo el esfuerzo y la dedicación pueden abrir nuevas oportunidades. La viralización del carrito pizzero en TikTok demuestra que, en un mundo cada vez más conectado, las redes sociales son herramientas poderosas para dar a conocer proyectos locales y generar un impacto real en la vida de las personas.