Desde el Ministerio de Transporte confirmaron novedades sobre el funcionamiento de la tarjeta SUBE. Todos los detalles y cuándo entrarán en vigor.
Tarjeta SUBE: el Gobierno anuncia nuevos cambios en el sistema, ¿cómo te afectan?
El gobierno de Javier Milei, ha anunciado importantes modificaciones en el funcionamiento del Sistema Único de Boleto Electrónico ( SUBE), un sistema esencial para millones de usuarios del transporte público en el país. Esta actualización, oficializada mediante una resolución del Ministerio de Transporte, afecta tanto la financiación como la administración de este sistema, introduciendo mejoras en el uso de datos y en los mecanismos de reembolso.
La tarjeta SUBE, utilizada para pagar el transporte público en todo el territorio argentino, ha pasado a ser también una herramienta valiosa para la recopilación de información clave sobre la movilidad de las personas, lo que tiene implicaciones importantes para la planificación de políticas públicas de transporte.
La resolución presentada por el Ministerio de Transporte establece nuevas directrices que buscan optimizar el sistema SUBE, no solo en términos de cobro de tarifas sino también en la gestión y recolección de datos. Este marco actualizado incluye varios puntos clave que apuntan a asegurar la sostenibilidad del sistema a largo plazo, mejorando aspectos como el reembolso de comisiones y la implementación de nuevas tecnologías para hacer más eficiente el uso de la tarjeta.
Entre los principales cambios, se destaca la obligación de realizar el cobro de las tarifas de transporte público mediante un sistema de importe exacto, utilizando equipos automáticos, lo cual es esencial para asegurar que los pagos se realicen de manera rápida y eficiente. Esta medida impactará tanto en el transporte automotor como en otros servicios como trenes, subtes y hasta sistemas fluviales y de cablevía, ampliando el alcance del sistema SUBE hacia nuevas formas de movilidad.
Un punto destacado de la resolución es la actualización del mecanismo de reembolso a Nación Servicios S.A., la empresa encargada de procesar las transacciones de la tarjeta SUBE. A través de un nuevo método de cálculo, se garantiza que los reembolsos sean justos y transparentes, ajustándose a las tarifas y costos actuales del sistema de transporte. El artículo 8 de la norma aclara los procedimientos para este reembolso, mientras que el artículo 10 establece que los costos derivados de la implementación de la resolución serán imputados a un programa presupuestario específico.
Este ajuste en los mecanismos de financiación busca alinear el funcionamiento del sistema SUBE con las políticas presupuestarias actuales del gobierno, asegurando que haya suficiente financiación para mantener el sistema sin generar costos adicionales injustificados para los usuarios o las empresas involucradas.
Otro de los avances significativos que introduce esta resolución es la interoperabilidad con nuevos medios de pago electrónicos. Esto significa que, además de los métodos tradicionales, ahora los usuarios podrán pagar el transporte público utilizando otros sistemas electrónicos que serán compatibles con la tarjeta SUBE. Esta medida no solo mejora la flexibilidad del sistema, sino que también lo prepara para enfrentar los desafíos tecnológicos del futuro, ampliando su accesibilidad a distintos tipos de dispositivos y formas de pago.
El Banco Nación, responsable del procesamiento de las transacciones y del mantenimiento de los equipos, continuará jugando un papel fundamental en la gestión de estas nuevas modalidades de pago, asegurando que el sistema sea seguro, eficiente y esté siempre disponible para los usuarios.
Según lo establecido por la resolución, los cambios en el sistema SUBE entrarán en vigor al día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial de la República Argentina. Sin embargo, las comisiones devengadas a partir del 1 de enero de 2024, que no hayan sido liquidadas antes de la promulgación de esta norma, estarán sujetas a las nuevas regulaciones.
Con estas medidas, el gobierno de Javier Milei busca no solo optimizar el funcionamiento del sistema de transporte público, sino también adaptarlo a las demandas de una sociedad cada vez más conectada y dependiente de la tecnología.
