La serie está disponible exclusivamente en Netflix, lo que la convierte en una de las joyas recientes del catálogo de la plataforma. Si aún no la agregaste a tu lista de pendientes, es el momento perfecto para hacerlo.
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De qué trata la serie "Obsesión" en Netflix
La trama de Obsesión nos introduce en el mundo de William (interpretado por Richard Armitage), un prestigioso cirujano londinense, cuya vida aparentemente perfecta da un giro inesperado al comenzar una relación clandestina con Anna (Charlie Murphy), quien, además de ser mucho más joven, es la prometida de su hijo Jay (Rish Shah).
Lo que comienza como un apasionado affair rápidamente escala a un enamoramiento obsesivo que pone en riesgo sus vidas y relaciones. A medida que el secreto se complica, los personajes se ven envueltos en un torbellino de emociones intensas y consecuencias devastadoras. Si la verdad se revela, es inevitable que alguien termine profundamente herido.
Obsesión destaca en el catálogo de Netflix por varios motivos. En primer lugar, la serie logra transmitir una tensión constante que mantiene al espectador al borde del asiento. La forma en que los personajes principales se entregan a sus pasiones de manera tan destructiva refleja el caos interno que viven.
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Además, la duración de solo cuatro capítulos la hace ideal para una maratón de fin de semana. Este formato compacto no da lugar a momentos innecesarios y mantiene la intensidad de principio a fin.
El trabajo de dirección por parte de Glenn Leyburn y Lisa Barros D'Sa también merece reconocimiento. Logran plasmar de manera visual la lucha interna de los personajes y la atmósfera cargada de deseo, culpa y peligro.
Los protagonistas de "Obsesión"
- Richard Armitage
- Charlie Murphy
- Indira Varma
- Rish Shah
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Por qué tenés que ver "Obsesión" en Netflix
Si sos amante de los thrillers psicológicos, Obsesión es una serie que no podés dejar pasar. La intensidad emocional, los giros dramáticos y el conflicto ético que plantea la trama te dejarán reflexionando mucho después de haber terminado el último capítulo.
Esta serie británica destaca entre otras producciones de Netflix no solo por su calidad narrativa, sino también por la capacidad de sumergir al espectador en una experiencia visceral. Es imposible no sentirse parte del caos que viven los personajes, al punto de cuestionar constantemente las decisiones de cada uno.
Además, el tratamiento visual de la serie, con tonos oscuros y una cinematografía que refleja la complejidad emocional, contribuye a su atmósfera única.