“Caí mal y golpeé el rostro contra la arena. Quedé sin movimiento en la pierna y en los brazos durante un rato. No me ahogué de casualidad”, relató el meteorólogo en el noticiero Síntesis, de El Trece.
El rescate: una acción clave para evitar lo peor
El golpe dejó a José Bianco aturdido y desorientado, sin capacidad de reaccionar en un primer momento. Fue entonces cuando la rápida respuesta de los guardavidas de Pinamar resultó fundamental. Los rescatistas lograron sacarlo del agua a tiempo, lo inmovilizaron con una tabla de rescate y lo trasladaron de urgencia al hospital local.
En el centro médico, los profesionales realizaron los primeros controles para evaluar la gravedad del impacto. Tras una revisión inicial, determinaron que lo mejor era trasladarlo a Buenos Aires en ambulancia para realizarle estudios más detallados.
Afortunadamente, los exámenes confirmaron que no sufrió fracturas ni lesiones de gravedad, aunque la experiencia dejó un gran susto tanto para él como para sus allegados.
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(Foto: Captura de pantalla)
El mensaje de Bianco: "Las olas no son una pavada"
Tras recuperarse, José Bianco decidió compartir su experiencia para concientizar sobre los peligros que puede presentar el mar, incluso para personas con experiencia en el agua.
“Las olas no son una pavada. Hay que respetarlas, no es cuestión de hacerse el canchero”, afirmó con seriedad en su regreso a la televisión.
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(Foto: Captura de pantalla)
El meteorólogo destacó que los accidentes en el mar pueden ocurrir en situaciones cotidianas y que no hay que subestimar la fuerza del agua. Aunque ha enfrentado huracanes y tormentas extremas en su carrera profesional, esta vez el peligro lo encontró en un contexto mucho más familiar y relajado.
“Nunca me dolió una ola en Monte Hermoso”, comentó con humor, tratando de restarle dramatismo al episodio.