Los rasgos psicológicos de Néstor Soto
Durante la audiencia, Hairabedián compartió detalles clave sobre la evaluación psicológica del acusado. Uno de los puntos más llamativos fue su predominio por las relaciones de amistad femeninas, lo que, según los especialistas, podría estar vinculado a su necesidad de afecto y reconocimiento.
Asimismo, los peritos descartaron que Soto haya actuado bajo emoción violenta, ya que, si bien existía una carga afectiva en la situación, no se detectaron cargas motoras que justificaran una reacción fuera de control. En otras palabras, su acto no fue impulsivo por una emoción desbordada, sino que tuvo un componente de intención y cálculo.
Además, los expertos describieron a Soto como una persona que necesita mantener el control en cada situación. "Si las cosas no suceden como él quiere, se frustra", explicaron en su informe. También subrayaron que su obsesión podría estar relacionada con su historia familiar, señalando que su madre priorizaba las malas notas por encima de los logros académicos, lo que habría influido en su necesidad de validación externa.
Un perfil marcado por el narcisismo y la agresividad
Los informes revelaron que Soto es impulsivo y narcisista, características que combinadas pueden derivar en conductas violentas cuando su control se ve amenazado. Estas conclusiones refuerzan la hipótesis de que el acusado no actuó de manera espontánea, sino que su crimen fue producto de una personalidad obsesiva y dominadora.
“Su miedo a ser descubierto lo llevó a actuar con premeditación”, sostuvo Hairabedián, resumiendo lo expresado por los peritos. Esta afirmación refuerza la idea de que Soto buscó ocultar su crimen, lo que desmiente cualquier intento de justificar su accionar por un arrebato emocional.
La brutalidad del crimen: lo que reveló la autopsia
Otro momento clave de la audiencia fue el testimonio de las médicas forenses Romina Rufino y Eliana Moretta, quienes realizaron la autopsia al cuerpo de Catalina Gutiérrez. Sus declaraciones describieron con crudeza la violencia con la que fue asesinada la joven estudiante de arquitectura.
Según el informe forense, Catalina sufrió un corte de 2,5 centímetros de ancho en el cuello, el cual se produjo en el momento en que fue estrangulada por Soto. Pero lo más impactante fue la fuerza con la que el acusado llevó a cabo el ataque.
Las especialistas explicaron que la presión ejercida sobre el cuello de la víctima desplazó completamente el aparato laríngeo hacia atrás, hasta el punto de romper la cara posterior de la tráquea. Este detalle refuerza la violencia extrema del ataque y descarta cualquier posibilidad de que la agresión haya sido accidental o no intencionada.
Un juicio clave en la lucha contra la violencia de género
El caso de Catalina Gutiérrez ha generado un gran impacto en la sociedad y se ha convertido en un emblema en la lucha contra los femicidios. A medida que avanzan las audiencias, se siguen revelando detalles que no solo ayudan a comprender la mente del agresor, sino que también permiten visibilizar la gravedad de la violencia de género en el país.
Con la evidencia psicológica y forense en su contra, Néstor Soto enfrenta un juicio en el que la justicia deberá determinar su condena. Mientras tanto, la familia de Catalina y quienes siguen el caso esperan que se haga justicia por la brutalidad del crimen que le arrebató la vida a la joven.