Sin definiciones oficiales aún sobre el pago de la suma extra de $70.000, uno de los funcionarios más importantes se refirió al respecto y fue terminante.
Los jubilados esperan la confirmación del pago del bono para octubre (Foto: A24).
ANSES se encuentra en pleno proceso de pago de los haberes correspondientes al mes de septiembre, pero la atención de muchos beneficiarios ya está enfocada en lo que sucederá en octubre. Con el reciente anuncio del aumento confirmado del 4,17%, la duda sobre el futuro del bono de $70.000 para jubilados está en el centro del debate, generando expectativa entre los beneficiarios del sistema de previsión social.
Este bono, que fue clave para reforzar los ingresos de los jubilados que cobran la mínima, está en el aire. Los comentarios de uno de los funcionarios más cercanos a Javier Milei arrojaron incertidumbre sobre la continuidad de este refuerzo en el próximo mes. A continuación, repasamos lo que se sabe hasta el momento y cómo afectará este posible pago a los jubilados.
Si bien la atención de muchos jubilados está puesta en el posible bono de $70.000, es importante destacar que el aumento de haberes ya está asegurado. A partir de la inflación de agosto y el índice de movilidad previsional, ANSES confirmó que las jubilaciones tendrán un incremento del 4,17% en octubre. Este ajuste se aplica tanto a los jubilados como a otros beneficiarios de ANSES, como pensionados y titulares de asignaciones sociales.
Estos valores, aunque reflejan un ajuste acorde a la inflación, son insuficientes para hacer frente al incremento del costo de vida, por lo que el bono de $70.000 cobra aún más relevancia.
El bono de $70.000 para jubilados, implementado durante el gobierno de Javier Milei, fue una ayuda económica crucial para aquellos jubilados que perciben el haber mínimo. Sin embargo, la continuidad de este refuerzo en octubre está envuelta en dudas.
El gobierno de Milei comenzó su gestión con la implementación de este bono, buscando aliviar la situación económica de los jubilados más vulnerables. En sus primeras versiones, el bono era de un monto menor, pero con el tiempo se fue incrementando hasta llegar a los $70.000 actuales. A pesar de los rumores de un posible aumento en el bono, Manuel Adorni, vocero presidencial, dejó claro que, en caso de que se mantenga el pago de este beneficio, no habrá un incremento en su valor.
Este bono tiene como objetivo principal compensar el impacto negativo que ha tenido la inflación en los ingresos de los jubilados, especialmente después del veto presidencial a la Ley de Movilidad aprobada por el Senado. Tras esta medida, se esperaba que el gobierno implementara alguna política que sirviera como "gesto" hacia los jubilados, quienes verían reducida la mejora en sus haberes que garantizaba esta ley. Por eso, la confirmación o no del bono se convirtió en un tema de gran relevancia para este sector.
Por otro lado, algunos analistas económicos ven esta postura del Gobierno como una señal de que las finanzas públicas están bajo presión. El bono, que fue una medida paliativa frente a la inflación, representa un costo significativo para el Estado. En este contexto, la decisión de no aumentar el valor del bono puede estar relacionada con la necesidad de equilibrar las cuentas fiscales, aunque esto no sea una buena noticia para los jubilados.
