En efecto, varios manifestantes con caras tapadas comenzaron a patear las vallas, les arrojaron palos y piedras a los agentes de la policía que se encontraban detrás y hasta intentaron lanzar llamas con aerosoles.
La mayoría de las organizaciones y partidos que asistieron a la protesta de este jueves ya se habían desconcentrado cuando la policía se reagrupó para disuadir a los violentos. Un grupo de bomberos arrojó agua para dispersarlos.
Incidentes aislados en el final de la marcha
Luego de varias horas de movilización, las organizaciones que concurrieron a marchar en favor de los jubilados se retiraron en su mayoría en forma pacífica. Pero un grupo continuó en Plaza Congreso.
Aunque el clima fue de tranquilidad en la jornada, marcado por el fuerte operativo montado por el ministerio de Seguridad, sobre el final se produjeron algunas peleas entre personas por distintos motivos.
En la esquina de Rivadavia y Rodríguez Peña un hombre forzó una valla y generó la reacción de otros manifestantes, que lo acusaron de querer generar violencia en forma adrede, para perjudicar el espíritu del reclamo. Todo se dio sin intervención de la policía y la secuencia no derivó en un desborde mayor.