Por el hecho, Sergey Baldin y Cardmath Salomatin estuvieron a punto de ser detenidos por la Policía de la Ciudad.
Para la Embajada de Rusia, el hecho se trató de una grave violación a la Convención de Viena, tal como lo señalaron en un comunicado: "Los días 24 y 25 de diciembre de 2024, se ocurrieron varios incidentes con los empleados de esta Misión en Buenos Aires. El cuerpo de agentes de tránsito detuvo los vehículos Volkswagen Amarok (patente D100CSB), Volkswagen Vento (D094CSB) y Toyota Camry (D014CSI) conducidos por funcionarios de la Embajada y de la Representación Comercial. Se les obligaron a someterse a pruebas de alcoholemia, amenazando con confiscar sus vehículos en caso de que se lo nieguen. Los medios de comunicación dieron publicidad a dichos incidentes, las fotos correspondientes se mostraron en la televisión y se publicaron en los sitios web. Cabe señalar que lo ocurrido constituye una violación de las disposiciones de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961", dice el texto.
Desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires argumentaron que "tal inmunidad no aplica a vehículos pertenecientes al cuerpo diplomático acreditado en el país y que están sujetos a las leyes de tránsito y controles que correspondieren". Y de acuerdo a una circular diplomática de Cancillería, fechada en julio de 2022, "conforme con el Art. 41 inc. 1 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, todas las personas que gocen de (estos) privilegios e inmunidades deberán respetar las leyes y reglamentos del Estado receptor". Los funcionarios diplomáticos, en lo que a la materia de circulación vehicular se refiere, tienen las mismas obligaciones que todos los ciudadanos y residentes en la Argentina".
La polémica queda abierta y la diplomacia se encargará de la resolución del conflicto: un hecho de rutina que puede quedar en el olvido o escalar hasta límites insospechados.