Pero todo se complicó cuando terminó el discurso. Manes salió por el histórico salón de Pasos Perdidos y se fue para la salida del Palacio por el pasillo que da a las escaleras; es también el corredor que da a la sala de prensa de Diputados.
Ahí lo encaró Santiago Caputo, ante la mirada de al menos tres periodistas. Lo agarró y le dijo algo al oído. Según relató Facundo Manes, le dijo que le iba a "tirar todo el peso del Estado encima". Manes sintió después "dos o tres" golpes en el pecho. Según su versión, fue un asesor de Caputo. Los periodistas que los vieron dicen que fue el propio Caputo, aunque la intención no era golpearlo sino "apurarlo, como si fuera un jugador de fútbol".
No quedaron registros del momento, porque Fran Fijap, el tuitero que acompañaba a Caputo, le bajó el celular a quien estaba filmando. Los testigos de la escena dicen que Fijap era el único que estaba cerca. Es decir, los golpes (o "palmadas" como describió uno de los testigos) solo podrían haber sido del propio Caputo o de Fijap.
El llanto de Manes
Manes, al vivir esa situación, salió desencajado. Fue al histórico Salón de Pasos Perdidos y relató la situación a los periodistas que estaban ahí, entre ellos A24.com. "Bajar la inflación es importante, pero también hay que defender la república", se quejó a los gritos.
Después de repetir varias veces lo mismo, se fue a la oficina de Martín Menem, presidente de la Cámara. Otros diputados fueron ingresando a escuchar de primera mano el testimonio. Estaban Pablo Jiuliano, presidente de su bloque; Germán Martínez, presidente del bloque de Unión por la Patria; y algunos diputados de izquierda.
Menem lo miró en silencio. Prometió revisar qué pasó en las cámaras de seguridad. En esa reunión Manes terminó llorando.
Finalmente se fue del Palacio. El que se quedó a cargo fue Pablo Juliano, que fue a hacer la denuncia a la comisaría interna de la Cámara de Diputados; el jefe de seguridad no estaba y hubo que esperar.
Ya más en frío, asesores de Manes aclararon que lo más preocupante en la mirada del diputado no fueron los forcejeos, sino las amenazas. "El tipo que maneja al presidente, la Justicia, la AFIP y los organismos de inteligencia dice que va a usar todo el aparato del Estado para perseguir a un Diputado. Eso es inadmisible", sentenciaron.