Un condenado a prisión perpetua como colaborador civil de la última dictadura será vecino de Cristina Fernández de Kirchner en El Calafate.
Jaime Lamont Smart fue colaborador cercano a Ramón Camps y Miguel Etchecolatz durante la dictadura. ¿Dónde queda la casa en la que cumplirá prisión domiciliaria? El beneficio le fue concedido pese a zonas grises en sus promesas.
Cristina Kichner en su casa en Calafate (Foto: archivo)
Un condenado a prisión perpetua como colaborador civil de la última dictadura será vecino de Cristina Fernández de Kirchner en El Calafate.
Se trata de Jaime Lamont Smart, quien, tras el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, fue ministro de Gobierno bonaerense bajo el ala de los hoy difuntos represores Ramón Camps y Miguel Etchecolatz. El Tribunal Oral Federal número uno de La Plata, con la firma de los jueces Walter Venditti y Esteban Rodríguez Eggers, más la disidencia de Ricardo Basílico, autorizó a "Jimmy" Smart a trasladarse a una casa en El Calafate, ubicada a unos 15 minutos en auto de la residencia de la expresidenta Cristina Kirchner cuando está en esa localidad santacruceña.
Smart convenció a los jueces asegurando, entre otros argumentos, que estará permanentemente conectado a través del servicio de internet que planea contratar con la empresa Starlink, propiedad de Elon Musk, el empresario dueño de X y amigo del presidente Javier Milei.
El represor, quien también fue ex juez e integró el tribunal especial conocido como “el Camarón” para juzgar actos atribuidos a la “subversión” durante la dictadura de Roberto Marcelo Levinsgton, presentó una factura por la compra de la antena de internet por 250 mil pesos. Prometió que ese servicio será una garantía en caso de que se corte el que dice poseer actualmente, con COTECAL, la Cooperativa Telefónica de Calafate Ltda.
Según la resolución del tribunal oral, "la vivienda nueva sería de propiedad del matrimonio, con numeración visible en el frente y de material. Se distribuiría en planta baja y se conformaría por dos habitaciones, living comedor, cocina, dos baños, lavadero”.
Sin embargo, la dirección suministrada por la defensa oficial de Smart, a cargo de Gastón Ezequiel Barreiro, no figura en Google Maps. Aunque sí aparece el barrio, Punta Soberana, no se encuentra la dirección exacta indicada en el expediente.
El barrio Punta Soberana, según el propio Google Maps, está a 16 minutos de la casa calafateña de Cristina Kirchner.
Un informe técnico del expediente asegura que “no existe canal de comunicación que permita obtener información suficiente, veraz y oficial, para evaluar con la precisión que el caso requiere la conectividad que garantice de forma efectiva los diferentes actos jurisdiccionales pertinentes bajo la modalidad telemática (tales como audiencias de debate, declaraciones indagatorias, entre otras)”.
Además, COTECAL y TVR Patagonia WiFi respondieron que no es factible brindar servicio en el domicilio indicado. Smart, de 88 años, pidió el traslado a El Calafate junto con su esposa para continuar cumpliendo su condena, alegando que en la Patagonia argentina tiene cercanía con cinco de sus seis hijos, quienes podrían asistirlo a él y a su mujer.
“Acá en Buenos Aires tenemos una sola hija que está en la zona norte. Ella tiene también sus obligaciones familiares y dificultades para atendernos. En cambio, allá en Calafate tenemos tres hijos. Nuestros otros dos hijos viven en Bariloche”, argumentó Smart.
En El Calafate viven tres de los hijos del imputado: Josefina, Agustín y Jaime Smart Lamont, mientras que Rafael y Ángeles Smart Lamont residen en Bariloche. Pese a las dudas en torno a la conectividad, el tribunal concedió el traslado y aceptó como cofiadores del cumplimiento de los términos de la domiciliaria a su hijo Agustín Federico Smart, y a sus nietos Mateo y Ramiro Ganduglia.
El defensor oficial Barreiro aclaró que “el sitio donde se encuentra la vivienda donde va a cumplir prisión domiciliaria el señor Smart está alejado de todo centro de la ciudad de Calafate y de cualquier otra atracción turística”. Smart lleva gozando de la prisión domiciliaria desde 2018.
Smart fue condenado a perpetua en varios procesos y actualmente afronta prisión preventiva por hechos ocurridos a fines de abril de 1978, cuando fue secuestrado Raúl Aguirre y, bajo tormentos, se obtuvo el dato sobre el paradero de Horacio Wenceslao Orué, quien fue asesinado al intentar escapar.
El fallo que ratifica su prisión domiciliaria hace hincapié en “la mirada humanitaria e integral de la cuestión, comprensiva del dato etario del encausado, su cuadro de salud y la posibilidad de recibir, por fuera de la unidad carcelaria, una mejor atención médica”.
Smart, de 88 años, presenta “factores de riesgo cardiovascular por hipertensión arterial, dislipemia, sedentarismo, edad y género”. Su salud será atendida tanto en un centro privado como en el hospital público de El Calafate.
