Cerca de Milei sostienen que "la Corte no puede seguir funcionando con tres integrantes" y dicen que el Ejecutivo tiene la "obligación de evitar" que el máximo tribunal judicial de la nación se paralice. Pero quieren evitar de que esta vez los pliegos de los candidatos del Poder Ejecutivo a la Corte -tal como ocurrió con Ariel Lijo y Manuel García Mansilla- sean rechazados por el Senado.
Por eso, en el Gobierno admiten que esta vez la discusión arrancará al revés: empezando por el envío de pliegos de otros 150 jueces fiscales y a Procurador General, y Defensor General de la Nación, que enviará en las próximas horas o días al Senado para avanzar en su debate y eventual votación. Buscan tener resuelto el tema antes de las elecciones generales de octubre.
Otros hablan de más de 200 pliegos para completar los puestos vacantes en las distintas instancias del Poder Judicial, en respuesta a las quejas de la propia Justicia por la falta de recursos. La negociación de los nuevos pliegos para la Corte los dejarán para lo último. Dicen en Balcarce 50, aunque ya empezaron a circular algunos nombres, volvió a sonar fuerte el de Ricardo Rojas.
Cerca de Milei también dejan abierta la posibilidad de proponer a una mujer. Podría ser alguien cercano al asesor presidencial y operador político judicial, Santiago Caputo. Una opción es poner primero a un libertario de pura cepa y dejar el segundo para consensuar con la oposición..
De no arribar a un acuerdo, se pondría en marcha el plan b, para negociar, más adelante, una ampliación del número de miembros de la Corte. "Venimos conversando con la oposición y somos optimistas que podemos llegar a un acuerdo esta vez, ya no tendrán excusa para decir nada porque ahora vamos a ir primero por el Senado", dijo un alto funcionario la semana pasada.
ariel-lijo-manuel-garcia-mansillajpg.webp
Este nuevo escenario se da luego de que toda la oposición -incluso los aliados como el PRO y la UCR- se juntara hace 2 meses para rechazar las designaciones en comisión, por decreto, de Lijo y Mansilla a la Corte.
Lejos en el tiempo, y ante la pérdida de legitimidad de los candidatos rechazados por el Senado, quedó el anterior Plan B de la mesa chica libertaria que planteaba sostener las designaciones por decreto, incluso repetirlos cuando se vencieran en 1 año.