Entre las víctimas mortales se encuentra Luana Augustinczjtk, una mujer de 24 años, quien viajaba junto a su bebé de tan solo cuatro meses en un Volkswagen Gol con matrícula de Curitiba. Ambos murieron en el lugar del accidente. El hombre que los acompañaba —cuya identidad no fue revelada— fue trasladado de urgencia al hospital, en estado crítico.
Otra víctima fue Alzira Ziemba, una mujer de 65 años que viajaba en una Ford EcoSport. El conductor del vehículo en el que se encontraba sufrió heridas graves y también fue internado.
La escena, descrita por testigos y rescatistas, fue desgarradora. La violencia del impacto dejó a los vehículos completamente destruidos y partes de ellos esparcidas sobre la ruta. La magnitud del choque obligó a cortar la BR-116 por más de cuatro horas, lo que provocó una fuerte congestión vehicular en las vías adyacentes.
El accidente también dejó tres hombres heridos de gravedad, quienes se trasladaban en un Fiat Uno Mille proveniente de Monte Castelo. Dos de ellos tienen 27 años y el tercero, 32. Todos fueron derivados a diferentes centros médicos en la región para recibir atención inmediata.
Además, se reportaron heridas leves en el conductor de un BMW, procedente de la ciudad de Caçador, así como en un camionero de nacionalidad argentina que también formó parte del accidente.
Los otros dos camiones involucrados pertenecen a empresas de Limeira y Santo André, ambas localidades del estado de São Paulo. Afortunadamente, sus conductores no sufrieron lesiones, aunque sus vehículos sí presentaban daños materiales.
Desde el cuerpo de Bomberos Voluntarios de Itaiópolis, se apuntó a las intensas precipitaciones que afectaban a la zona como un posible factor de riesgo. “La visibilidad era muy baja y el asfalto estaba extremadamente resbaladizo. Es probable que esas condiciones hayan dificultado las maniobras de los conductores”, indicaron los rescatistas que intervinieron en el operativo.
El tramo donde se produjo el accidente es conocido por su denso tráfico de transporte pesado y por las condiciones climáticas variables, especialmente en temporada de lluvias. La ruta BR-116, una de las más extensas y transitadas del país, conecta el sur con el sudeste de Brasil y es clave para el transporte de carga.
La interrupción total de la BR-116 durante más de cuatro horas causó un verdadero caos en el tránsito regional. Las autoridades tuvieron que montar un operativo especial para redirigir a los vehículos por rutas alternativas, muchas de ellas poco preparadas para soportar un volumen tan alto de tráfico.
Conductores que quedaron varados relataron haber esperado varias horas sin moverse. “Estuvimos más de tres horas parados. No sabíamos qué pasaba. Luego supimos que había un accidente terrible más adelante”, contó uno de los automovilistas afectados por el corte.
Los accidentes en la BR-116 no son una novedad. Se trata de una ruta con una alta densidad de tránsito, especialmente de vehículos pesados, lo que la convierte en una de las más riesgosas del país en condiciones adversas. Las autoridades brasileñas han señalado en varias oportunidades la necesidad de mejorar la infraestructura vial y reforzar los controles de velocidad y mantenimiento vehicular en esa región.
Las muertes de Luana y su pequeño hijo, junto con la de Alzira Ziemba, reabren el debate sobre la seguridad vial y la necesidad urgente de implementar sistemas de prevención más efectivos, especialmente durante épocas de lluvia intensa.