Emerenciano Sena y su hijo César están detenidos en el Complejo Penitenciario I de Villa Barberán. Se los acusa de un hecho gravísimo: el femicido y el encubrimiento de Cecilia Strzyzowski, la esposa de César.
En una requisa de la celda 3, en donde está detenido junto a su hijo César Sena, el dirigente piquetero de Chaco protagonizó un escándalo que terminó en el hospital de la cárcel.
Emerenciano Sena y su hijo César están detenidos en el Complejo Penitenciario I de Villa Barberán. Se los acusa de un hecho gravísimo: el femicido y el encubrimiento de Cecilia Strzyzowski, la esposa de César.
Desde entonces, según el servicio penitenciario, tuvieron una conducta buena dentro del penal. Hasta que un hecho mostró la pero cara de los Sena.
El jueves 17 de abril hubo una requisa en la celda 3 que marcó un punto de quiebre. Según publicó el diario Norte, ese 17 de abril un grupo de requisa ingresó por orden judicial a la celda donde se alojan los Sena. De acuerdo con la denuncia de Emerenciano, los agentes irrumpieron entre gritos y empujones y se llevaron una olla y una pava. Esto desató la furia del dirigente social, que reaccionó arrojando todo lo que tenía a mano. En ese momento, estaba por comenzar a cocinar.
Tras 22 meses privados de la libertad, el proceso judicial aún está a la espera de que el Superior Tribunal de Justicia (STJ) resuelva planteos de nulidad. Una vez superado ese escollo, la jueza técnica Dolly Fernández deberá convocar a las audiencias preliminares.
Luego del operativo, César Sena se autolesionó con cortes en el brazo, abdomen, tórax y antebrazo.
Ese mismo día, César presentó una nota dirigida a la jueza Fernández solicitando la devolución de sus utensilios, argumentando que los necesita para alimentarse adecuadamente debido a sus problemas de salud: diabetes, hipertensión, pólipos y divertículos. En el escrito también pidió una audiencia urgente y remarcó la necesidad de que se brinde atención psicológica, ya que su padre teme por su integridad física.
Además, denunció que, a pesar de tener autorizados cuatro días de recreación en el patio, ese derecho se cumple de forma irregular y cada vez por menos tiempo.