El conductor fallecido fue identificado más tarde como Juan Ignacio Baza Coseani, un joven de tan solo 20 años. Si bien era oriundo de Fernández Oro, se encontraba viviendo en Cipolletti desde hacía un tiempo. La noticia generó profundo pesar tanto en su ciudad natal como en su actual lugar de residencia.
El acompañante, Leandro Nicolás García, de 25 años, fue quien sobrevivió al brutal impacto. Tras el choque, fue trasladado en ambulancia al hospital Castro Rendón, donde quedó internado en observación. Afortunadamente, su estado de salud no reviste gravedad, aunque se mantiene bajo control médico.
Desde la Policía de Neuquén se brindaron algunos detalles preliminares sobre cómo ocurrió el accidente. Fuentes indicaron que el auto se desestabilizó al pisar el cordón divisor de la ruta, lo que provocó que el conductor perdiera el dominio del vehículo. Al intentar corregir la dirección, el Audi se desvió hacia la banquina oeste y se encontró de lleno con una columna metálica de alumbrado público.
Los peritos que trabajaron en el lugar no descartaron ninguna hipótesis, aunque se presume que el exceso de velocidad pudo haber sido un factor determinante. A la hora del accidente, el tránsito era escaso, pero las condiciones del asfalto, sumadas al estado de alerta del conductor, son elementos que forman parte de la investigación en curso.
Minutos después del siniestro, llegaron al lugar unidades policiales, bomberos y personal sanitario. Los paramédicos realizaron tareas de reanimación sobre Juan Ignacio Baza Coseani, pero no obtuvieron resultados positivos. El impacto contra la estructura metálica fue letal.
Por su parte, el acompañante se encontraba consciente al momento del arribo de los equipos de rescate. Presentaba golpes y contusiones, pero no se identificaron heridas de gravedad. Su testimonio podría resultar clave para entender con mayor precisión qué sucedió en los momentos previos al accidente.
La noticia del fallecimiento de Juan Ignacio Baza Coseani circuló rápidamente por redes sociales y medios locales, generando un profundo impacto entre amigos, familiares y vecinos. En Cipolletti, donde el joven residía actualmente, muchos expresaron su tristeza y compartieron mensajes de despedida. Lo mismo ocurrió en Fernández Oro, su ciudad natal, donde aún viven varios de sus allegados.
“Era un chico tranquilo, siempre con una sonrisa. No lo podemos creer”, expresó una vecina en redes. En ambos municipios se vivió un clima de consternación por la inesperada pérdida.
El caso quedó en manos de la Fiscalía de Accidentes de Tránsito de la provincia de Neuquén. Los peritos trabajan en la recolección de pruebas para esclarecer si hubo alguna falla mecánica, imprudencia al volante o influencia de alguna sustancia. Aunque no se ha confirmado oficialmente, se espera el resultado del test de alcoholemia que se le realizó al conductor fallecido como parte del protocolo.
También se analizarán las cámaras de seguridad que pudieran haber captado el recorrido del vehículo momentos antes del accidente. Los investigadores no descartan que el exceso de velocidad haya sido el principal factor en la tragedia, pero todo dependerá de los resultados técnicos y del testimonio del sobreviviente.
La ruta provincial 7, a la altura de Añelo, es una vía frecuentada tanto por particulares como por vehículos del sector petrolero. Durante la madrugada, el tránsito suele disminuir, pero los accidentes no son inusuales, especialmente en tramos donde la iluminación es deficiente o las señalizaciones son escasas.
Vecinos y conductores han advertido en varias ocasiones sobre el estado de la banquina y la falta de mantenimiento en algunos sectores. Si bien no se ha establecido si estas condiciones influyeron directamente en el accidente, son factores que suelen agravar la peligrosidad en horas nocturnas.
Este accidente fatal en Neuquén no solo dejó una víctima y un herido, sino que volvió a poner en el centro del debate la necesidad de mejorar las condiciones de seguridad vial en rutas provinciales. En particular, en zonas de alto tránsito nocturno y cercanas a áreas urbanizadas o industriales como Añelo.
Autoridades locales señalaron que se reforzará la señalización y se evaluará la posibilidad de mejorar la infraestructura en puntos críticos. Mientras tanto, la comunidad permanece atenta a los avances de la investigación y al estado de salud del único sobreviviente de esta tragedia.