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Los vecinos de Altos de San Lorenzo, el barrio de La Plata donde asesinaron a la pequeña Kim Gómez, siguen viviendo con miedo. Los robos y ataques violentos no se detienen, y la falta de seguridad en la zona es una preocupación creciente.
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Este fin de semana, dos hermanas fueron asaltadas en su propia casa y despojadas de dinero, joyas y su auto. Y este jueves, un adolescente de 16 años tuvo que ser trasladado de urgencia al Hospital San Martín tras ser brutalmente golpeado por delincuentes que intentaron robarle.
Los residentes del barrio exigen mayor presencia policial y justicia. Sin embargo, las denuncias por hechos de inseguridad no dejan de acumularse, generando una sensación de impotencia y desprotección.
El lunes por la noche, en el cruce de las calles 22 y 88, un joven de 16 años fue atacado con extrema violencia por dos delincuentes cuando intentó resistirse a un robo.
Su hermana, quien denunció el hecho en la comisaría 8va de La Plata, relató que los agresores lo golpearon "a piñas y patadas", dejándolo en un estado crítico que requirió internación y observación durante 24 horas en el Hospital San Martín.
La causa quedó en manos del fiscal penal de la UFI N°8, Martín Almirón, quien ordenó investigar si la víctima conocía a sus atacantes, algo que aún no se ha determinado.
Otro hecho de inseguridad sacudió a los vecinos de Altos de San Lorenzo durante el fin de semana. Dos mujeres jubiladas fueron víctimas de un violento robo en su vivienda cuando salieron a llevarle un vaso de agua a una vecina.
Aprovechando ese momento de distracción, los delincuentes ingresaron a la casa y las obligaron a entregarles todos sus ahorros, joyas y su automóvil.
Los asaltantes escaparon con un botín valuado en una suma millonaria:
El caso quedó a cargo de la UFI 5, liderada por el fiscal Juan Menucci, con la intervención del Gabinete Técnico Operativo (GTO) de la comisaría Octava de La Plata.
La seguidilla de robos y ataques violentos en Altos de San Lorenzo ha generado un clima de temor e indignación. Los vecinos denuncian la falta de patrullaje policial y la ausencia de respuestas concretas por parte de las autoridades.
El crimen de Kim Gómez, la niña asesinada en el barrio, dejó una profunda marca en la comunidad, que desde entonces ha intensificado sus reclamos de seguridad. Sin embargo, la violencia sigue latente, y los casos de inseguridad continúan afectando a familias enteras.
Las calles de Altos de San Lorenzo se han convertido en escenario de robos, asaltos y ataques brutales. Mientras los vecinos exigen justicia y mayor presencia policial, la sensación de abandono y desprotección se extiende en el barrio.