Una carrera desesperada por salvarlo
La dueña de la casa, identificada con el apellido Sosa, declaró ante la policía que escuchó el disparo mientras su hijo jugaba con su amigo. Al ingresar al cuarto, vio la terrible escena. De inmediato, los adultos presentes intervinieron y llevaron al menor herido al Centro Integral de Salud.
Desde allí fue derivado al Centro Provincial de Salud Infantil. A pesar de los esfuerzos médicos y de haber sido estabilizado inicialmente, las heridas eran demasiado graves. El joven falleció horas más tarde. La bala alojada en su cráneo fue la causa principal del desenlace fatal, de acuerdo a las autoridades sanitarias.
¿Quién disparó realmente el arma?
Esa es la pregunta que el fiscal Emanuel Sabater intenta responder desde el momento en que tomó el caso. Los primeros testimonios aseguran que los dos niños estaban manipulando el arma al momento del disparo. No está claro quién accionó el gatillo, ni si fue un accidente producto del juego o un acto más grave.
Lo que sí se sabe es que la carabina no estaba bajo custodia adecuada. Por ese motivo, el fiscal ordenó el secuestro del arma y dispuso una inspección exhaustiva de la vivienda. Además, solicitó el análisis de los dispositivos electrónicos de los presentes para encontrar indicios de la dinámica del hecho.
También se convocó a todos los testigos a declarar, con el objetivo de reconstruir los minutos previos al disparo y determinar responsabilidades. La tragedia expone una vez más la falta de control sobre armas en hogares donde habitan menores.
El caso no es aislado. Hace apenas dos semanas, un hecho similar ocurrió en Añelo, Neuquén. Allí, un niño de tan solo 6 años le disparó accidentalmente a su hermano de 15 mientras limpiaban juntos una camioneta familiar. La escopeta calibre 22 largo, manipulada por el pequeño, se disparó y el proyectil impactó directamente en la cabeza del adolescente, quien murió casi en el acto.
Ambos casos ocurrieron en un contexto doméstico y con menores que no deberían haber tenido acceso a ningún tipo de arma de fuego. Aunque no hay relación directa entre los hechos, reflejan un patrón inquietante que preocupa a autoridades, docentes y especialistas en infancia.
Qué dicen los expertos sobre armas en hogares con niños
Organizaciones internacionales como UNICEF y la OMS coinciden en que la presencia de armas en el hogar representa un riesgo enorme para los menores, incluso en contextos de aparente seguridad. Según informes de la organización Save the Children, en América Latina los accidentes con armas en manos de niños han aumentado en los últimos años, en parte debido a la falta de regulación y supervisión adulta.
Los psicólogos señalan que los niños y adolescentes no tienen aún desarrollado por completo su sentido del peligro ni la capacidad de medir consecuencias a largo plazo. En muchos casos, la curiosidad natural combinada con la falta de vigilancia puede derivar en tragedias como estas.
¿Quién es responsable cuando un arma termina en manos de un menor?
La responsabilidad legal en estos casos puede recaer en los adultos encargados del cuidado del menor, sobre todo si el arma no estaba guardada en condiciones seguras. En el caso de Santiago del Estero, la investigación fiscal buscará establecer cómo llegó la carabina a manos de los chicos y si existió negligencia de parte de los tutores.
El Código Penal argentino prevé sanciones para quienes, por omisión o descuido, permitan el acceso de menores a armas de fuego, especialmente cuando ese descuido termina en la muerte de una persona.
Las comunidades afectadas por estas tragedias quedan marcadas emocionalmente. Docentes, vecinos y familiares relatan el dolor de ver vidas truncadas por hechos que podrían haberse evitado. “Nunca pensamos que algo así podría pasar acá”, dijo una maestra del colegio al que asistían los chicos involucrados en Santiago del Estero. “Es una pesadilla para todos”.
A raíz de los hechos, muchas escuelas han comenzado campañas de concientización sobre el manejo de armas y la importancia del diálogo en el hogar respecto a los peligros reales. También se han propuesto talleres con psicólogos para acompañar a los compañeros de los niños fallecidos.
Cómo prevenir tragedias similares
Expertos en seguridad recomiendan que toda arma en un hogar esté guardada en una caja fuerte, descargada y con un seguro, además de que nunca se permita a un menor tocarla, ni siquiera bajo supervisión. La educación es clave, pero también lo es el acceso a políticas públicas que regulen con mayor rigurosidad la tenencia y almacenamiento de armas de fuego.
En este contexto, varias ONG ya han solicitado que se refuerce la legislación nacional y se apliquen campañas de desarme efectivo. “No puede seguir pasando que un niño entre a una habitación y salga muerto por un disparo”, afirmaron desde la organización Red por la Paz.
Un llamado urgente a la reflexión
Mientras la justicia intenta esclarecer los hechos ocurridos en Santiago del Estero y Neuquén, el país se enfrenta a una pregunta urgente: ¿qué estamos haciendo para evitar que un arma, un descuido y una inocente curiosidad terminen destruyendo más vidas?
La historia de estos chicos debe servir como alerta. Porque más allá de quién apretó el gatillo, la verdadera falla estuvo en permitir que un arma llegara hasta allí.