PURA TRISTEZA

Murió delante de su hermana: tenía 17 años y viajaba donde no está permitido

El accidente, que ocurrió el pasado domingo por la tarde, reavivó una discusión que muchas veces se posterga: los riesgos reales de viajar en espacios descubiertos de un vehículo.

Murió delante de su hermana: tenía 17 años y viajaba donde no está permitido

Una adolescente murió tras caer de una camioneta en movimiento en la ciudad cordobesa de Marcos Juárez. El accidente, que ocurrió el pasado domingo por la tarde, reavivó una discusión que muchas veces se posterga: los riesgos reales de viajar en espacios descubiertos de un vehículo. El hecho dejó múltiples interrogantes abiertos que las autoridades aún intentan esclarecer, mientras que la comunidad local, conmocionada, reclama más conciencia vial.

El accidente que nadie vio venir

Según los primeros datos que se conocieron, la adolescente de 17 años iba en la caja trasera de una camioneta Ford Ranger blanca junto a su hermana mayor, de 18 años, y dos amigos de 18 y 21 años. El grupo se desplazaba por las inmediaciones de la colectora norte de Marcos Juárez cuando, por motivos aún no esclarecidos, la joven cayó violentamente del vehículo en movimiento.

Los testigos del hecho fueron sus propios acompañantes, quienes vieron cómo la joven se precipitaba al asfalto. Inmediatamente pidieron auxilio y lograron trasladarla al Hospital Regional Abel Ayerza. Sin embargo, el golpe habría generado lesiones irreversibles. Poco después de ser ingresada, los médicos constataron su fallecimiento.

El vehículo fue secuestrado para pericias

La Policía de Córdoba logró identificar rápidamente la camioneta involucrada en el siniestro. Tras dar con el vehículo, las autoridades procedieron a su secuestro para realizar peritajes técnicos y mecánicos. Estos estudios serán clave para determinar si hubo una falla en la estructura del vehículo o si las condiciones de la conducción pudieron influir en la caída.

Tampoco se descarta la intervención de terceros o alguna circunstancia particular que haya provocado que la joven perdiera el equilibrio. Aún no se ha determinado si la caída fue completamente accidental o si se trató de un incidente vinculado a alguna maniobra del conductor.

Una práctica común pero extremadamente peligrosa

Viajar en la caja trasera de una camioneta es una costumbre arraigada en muchos pueblos y ciudades pequeñas del interior argentino. A menudo se la percibe como una forma práctica y rápida de desplazarse en grupo, especialmente en recorridos cortos. Sin embargo, especialistas en seguridad vial advierten que esta práctica expone a los pasajeros a riesgos extremadamente altos de lesión o muerte.

El caso de esta joven no es el primero que ocurre en Marcos Juárez. Hace apenas unos meses, un adolescente de 16 años falleció tras perder el control de su moto en la zona de Circunvalación Este. En ambos casos, las víctimas no contaban con la protección estructural de un habitáculo cerrado, lo que incrementa las probabilidades de ser expulsados del vehículo ante una maniobra brusca o un accidente.

El impacto emocional en la comunidad

Aunque las autoridades no difundieron oficialmente la identidad de la víctima, se supo que la adolescente era oriunda de la ciudad y muy conocida en su entorno. La noticia se propagó rápidamente por redes sociales, donde vecinos y allegados expresaron su dolor y compartieron mensajes de apoyo a la familia. También comenzaron a circular publicaciones que cuestionan por qué se sigue permitiendo que menores viajen en espacios no habilitados de los vehículos.

“La imprudencia, la costumbre o la comodidad no pueden seguir siendo excusas para exponer vidas humanas”, comentó en redes una vecina del barrio donde vivía la joven. Otros usuarios exigieron mayor presencia policial en rutas y accesos para controlar prácticas peligrosas y reforzar las normativas existentes.

Falta de control y educación vial

La legislación argentina establece que todos los ocupantes de un vehículo deben ir sentados, con cinturón de seguridad y dentro del habitáculo cerrado. Sin embargo, la falta de controles sistemáticos en rutas secundarias o zonas urbanas más relajadas en términos de tránsito permite que estas normas se vulneren con frecuencia.

Organizaciones civiles como Luchemos por la Vida han advertido en múltiples ocasiones que, en situaciones como esta, no hay margen para el error. “Una frenada, una curva o incluso una distracción mínima pueden terminar en tragedia cuando los ocupantes van expuestos”, explican desde la entidad.

¿Se podría haber evitado?

Esa es la pregunta que circula por estas horas en la comunidad y que también interpela a las autoridades. Aunque aún no hay certezas sobre cómo ocurrió la caída, lo que está claro es que si la joven hubiese viajado dentro del habitáculo, sus posibilidades de sobrevivir habrían sido mucho mayores.

Casos como este dejan en evidencia no solo una carencia en los controles viales, sino también una falta de conciencia sobre los riesgos reales que implica un traslado irregular. A menudo, lo que parece una travesía inofensiva termina convirtiéndose en una tragedia irreparable.

Un llamado a la prevención que sigue pendiente

Tras el impacto inicial, muchas comunidades suelen realizar marchas o campañas de concientización que, con el tiempo, se diluyen. El desafío está en sostener estos reclamos y traducirlos en políticas públicas efectivas que incluyan controles, sanciones y campañas educativas continuas.

La muerte de esta joven de 17 años no puede quedar como una cifra más en las estadísticas viales del país. Su historia representa a miles de adolescentes que diariamente se trasladan en condiciones de riesgo sin saber que puede ser la última vez que lo hagan.