Ambos ingresaron a la oficina del taller. Los empleados relataron que, tras un breve intercambio de palabras, Gómez extrajo un arma de fuego y le disparó en la cabeza a Pacheco San Miguel. Instantes después, caminó unos pasos y se quitó la vida con el mismo revólver calibre .38.
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Imagen a modo de ilustración.
Locura en un taller mecánico: qué más se sabe del hecho
Al llegar al lugar, la policía confirmó que ambos hombres habían fallecido en el acto. Durante el levantamiento de pruebas, los peritos descubrieron que Gómez también llevaba consigo una pistola calibre .22 en la cintura, lo que llamó la atención de los investigadores.
La causa quedó a cargo del fiscal Leonardo Kaszewski, de la UFI N°2 descentralizada de Almirante Brown. Se tomaron declaraciones a los testigos y empleados del taller, mientras se intenta determinar el móvil del violento episodio.