La esposa del jubilado, que se encontraba en la planta baja, fue sorprendida y al escuchar los gritos, el hombre, que dormía en el primer piso, tomó un revólver calibre 38 y descendió.
En el tiroteo, uno de los ladrones recibió un disparo en el pecho y cayó en la cocina. El jubilado sufrió una herida leve en la oreja por el roce de una bala.
Los otros dos asaltantes huyeron en un auto gris, que estaba estacionado frente a la casa. La policía, alertada por el 911, encontró en la escena el cuerpo del delincuente abatido, cuatro vainas servidas y una pistola Bersa calibre 9 milímetros junto a $500.000 en el bolsillo del fallecido.
La causa quedó en manos de la fiscal Silvina Estéves, de la Fiscalía N° 4 de Lomas de Zamora, quien solicitó las cámaras de seguridad de la zona para determinar qué ocurrió, la cantidad de delincuentes y poder identificar hacia dónde escaparon tras el hecho.
La fiscal resolvió que el jubilado quede en libertad tras considerar que actuó en legítima defensa. Asimismo, pidió que el cuerpo del asaltante sea trasladado a la morgue para su identificación y posterior autopsia.
Los peritos inspeccionaron la escena del crimen y encontraron el arma que el delincuente muerto había utilizado: una pistola Bersa calibre 9 milímetros, la cual fue secuestrada junto a $500.000 que tenía en el bolsillo.