El referente de la cumbia 420 aseguró, en ese sentido, que “fue todo un gran armado para sacar algún beneficio a favor del denunciante y querella”. “En pocas palabras, sí”, respondió a los cronistas que le preguntaron si “le querían sacar dinero”.
Por otro lado, hizo referencia a las palabras del juez cuando señaló que era un “modelo para la juventud”.
“Son muy motivadoras para mí, ojalá algún día sea un gran ejemplo para la juventud”, manifestó. Al mismo tiempo, retomó una frase que usó Racca durante la lectura: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”.
“Aprendí que aún puedo confiar en la Justicia. Me tuve que enfocar mucho en Elián Valenzuela y dejar a un lado L-Gante todo este tiempo. Filtramos varios amigos, se quedarán solo con los recuerdos de mí. Yo seguiré siendo el mismo, me he sentido traicionado y extorsionado”, indicó.
En cuanto a las lecciones que aprendió durante este proceso, el artista mencionó que ha tenido que distanciarse de ciertas personas que buscaban beneficiarse de él: “Filtré varios amigos que querían sacar beneficios, por lo que quedarán solo con recuerdos de mí”.
Al final, el compositor cerró sus declaraciones con un mensaje directo hacia la otra parte del proceso: “Al abogado querellante le deseo suerte en su vida”, evitando profundizar en el conflicto y expresando su deseo de dejar atrás esta etapa judicial mientras se enfoca en su vida y su carrera. “No tendría que estar ocupándome de esto, sino haciendo música. Sin embargo, lo hicimos con neutralidad”, sentenció.
L-Gante fue condenado a tres años de prisión condicional
El Tribunal en lo Criminal N°3 de Mercedes condenó en el mediodía de hoy jueves a 3 años de prisión condicional al L-gante. El tribunal fue integrado de manera unipersonal por el magistrado Ignacio Racca. En el proceso, L-Gante fue acompañado en su defensa por el destituido fiscal sanisidrense Claudio Scapolán, acusado este último año en un juicio político de fraguar un procedimiento narco de media tonelada de cocaína, una presencia que llamó sumamente la atención de la sala.
Antes de dar el veredicto, el juez Racca aseguró: “Voy a hablar sobre las razones de la decisión que tomé. Me interesa que queden claro los motivos. Pido silencio hasta el final. Si esto no se respeta, voy a desalojar la sala”. “Es muy común que nos encontremos con un caso como el que nos encontramos hoy, distintas hipótesis, distintos hechos. No podemos investigar eternamente”, continuó: “Hay una diferencia entre creer y aceptar. Hay ciertas proposiciones que se dieron por acreditadas, otras no... Es preferible absolver a un culpable que condenar a un inocente”.