Desde el comienzo del proceso, Marcos Gómez sintió que uno de los acusados no decía la verdad, y el fallo de la justicia confirmó sus sospechas.
"Mi corazonada me decía desde el día uno que el chico mentía e hice mucha fuerza para equivocarme. Son cosas difíciles porque no deja de ser un chico, es fuerte. Pero mintió y la jueza pudo probar con la fiscal que fue culpable, se va a tener que hacer responsable", expresó el padre de Kim en un video compartido en sus redes.
En su mensaje, también reconoció lo complejo que fue el proceso judicial, debido a la falta de pruebas directas que permitieran una resolución rápida del caso.
"La Justicia falló a favor nuestro; estuvo difícil para la jueza porque no había muchas pruebas. Le pedí que se tome el tiempo necesario para que las cosas sean claras y no condenemos a un externo", agregó.
Pese a que el fallo trajo algo de alivio a la familia, Marcos Gómez dejó en claro que el sistema judicial necesita cambios urgentes para evitar que tragedias como la de su hija se repitan.
"Kim tuvo la justicia que hay hoy, la máxima, porque si no cambiamos las leyes y las cosas, esto es lo que va a pasar siempre", advirtió.
En este sentido, confirmó que mantendrá reuniones con funcionarios del Gobierno con el objetivo de impulsar modificaciones en el marco legal.
"Voy a pedir que me escuchen, para ver qué respuestas tienen", señaló el hombre, dejando en evidencia su determinación de seguir luchando por cambios en el sistema de justicia juvenil.
Más allá del fallo, Marcos Gómez admitió que el dolor por la ausencia de su hija sigue siendo insoportable.
"Ayer cuando me fui, salí con un vacío en el pecho increíble. Ahora necesito llenar ese vacío que tengo, necesito hacer cosas para sentirme útil, sentirme vivo", confesó.
Estas palabras reflejan el profundo impacto que dejó el crimen en la familia y la necesidad de encontrar sentido en medio del dolor.
Si bien ambos acusados fueron declarados culpables, el menor de 14 años no es punible según la legislación argentina. Debido a esto, la jueza María José Lescano resolvió aplicar una medida de seguridad que implica su internación en un centro cerrado para menores.
El adolescente de 17 años, en cambio, sí deberá enfrentar una condena penal acorde con su responsabilidad en el crimen.
Mientras tanto, la familia de Kim Gómez sigue adelante con su lucha para que casos como el suyo no vuelvan a quedar impunes.