Sin embargo, con el correr de las semanas, esa certeza comenzó a desmoronarse. Un informe técnico solicitado a la empresa Telecom reveló un dato clave: el celular clonado no era el de Gonzalo, sino el de Josué. El teléfono azul, modelo Samsung A02, adquirido por López en un punto de venta de General Roca, resultó ser el dispositivo original. La unidad en poder de la víctima había sido duplicada.
Este descubrimiento generó un giro total en la causa. La Cámara de Apelación y Garantías de Quilmes resolvió el levantamiento de la prisión preventiva, y ahora la defensa de López impulsa su sobreseimiento total. “Mi cliente no tiene relación alguna con los hechos. Compró ese teléfono por Facebook y lo tuvo apagado durante meses”, aseguraron desde su entorno legal.
Una compra en Facebook y un error judicial
Según declaró el propio López el pasado 7 de marzo, el equipo fue adquirido en una transacción común por redes sociales. En su testimonio, afirmó que no tuvo contacto con Josué ni con Paloma, y que el celular se mantuvo inactivo hasta agosto, mucho antes de que ocurriera el doble crimen.
La coincidencia del número de IMEI fue lo que desencadenó todo. En términos técnicos, el IMEI es un código único que identifica a cada dispositivo móvil. Cuando se detectó que el teléfono hallado en General Roca coincidía con el de Josué, se interpretó inicialmente como una prueba irrefutable. No obstante, los especialistas en telecomunicaciones explicaron que este tipo de duplicaciones pueden ocurrir, sobre todo en mercados informales de venta de equipos.
Fue Telecom quien confirmó que se trataba de un caso de clonación, lo que desvió por completo la línea investigativa que sostenía el fiscal Provisionato. A partir de ahí, todo el marco probatorio sobre Gonzalo López comenzó a desmoronarse.
El vínculo inesperado que lleva a la familia de Paloma
En medio de este giro judicial, un nuevo dato aportó más confusión al caso. Las autoridades descubrieron que el padre de Paloma, Omar Gallardo, tiene otra hija y una exesposa que residen en General Roca, la misma localidad donde apareció el celular clonado. Si bien aún no hay pruebas que los vinculen directamente con los hechos, la coincidencia geográfica despertó nuevas preguntas.
¿Es posible que el teléfono haya llegado a esa ciudad por otros lazos familiares? ¿Alguien del entorno de la víctima trasladó el dispositivo o tuvo acceso a él antes o después del asesinato? Estas preguntas comenzaron a circular en la investigación que, por ahora, no encuentra un rumbo claro.
Este nuevo indicio, lejos de cerrar la causa, la vuelve aún más compleja. La Fiscalía no ha emitido comentarios oficiales sobre esta conexión, pero se sabe que se están evaluando nuevos testimonios y analizando movimientos en redes sociales y plataformas de compraventa.
Cómo funciona la clonación de teléfonos y por qué confunde a la Justicia
La clonación de un celular es una práctica ilegal pero técnicamente posible. Se trata de duplicar el código IMEI de un dispositivo para que otro funcione como si fuera el original. Esta técnica es utilizada muchas veces para evadir controles o reutilizar teléfonos robados.
En este caso, el informe de Telecom determinó que el teléfono de Gonzalo era el original, lo que implica que el equipo que poseía Josué había sido clonado previamente, aunque aún no se sabe con qué fin. Este descubrimiento desmontó toda la teoría del encubrimiento que había llevado a López tras las rejas.
A pesar de que la duplicación de IMEI es poco frecuente, en mercados secundarios de venta online no existen mecanismos claros para verificar la autenticidad de cada unidad. Por eso, es común que los compradores no se den cuenta del problema hasta que las autoridades intervienen, como ocurrió en este caso.
Una causa que sigue abierta, sin culpables firmes
A casi tres meses del crimen, la investigación aún no tiene responsables condenados ni acusados firmes. La liberación de Gonzalo López no solo descomprime la situación judicial del joven, sino que también deja a la Fiscalía sin una línea clara de investigación.
El caso de Paloma y Josué conmocionó a toda la comunidad de Florencio Varela, donde familiares y vecinos siguen pidiendo justicia. La aparición de el celular clonado en una ciudad distante y con vínculos familiares indirectos pone de relieve lo complejo que puede volverse un caso criminal cuando se mezcla la tecnología, los errores judiciales y los vínculos personales.
Lo que viene: nuevas pericias y un sobreseimiento en puerta
Mientras la defensa de López avanza con el pedido de sobreseimiento definitivo, la Fiscalía debe redefinir su estrategia. Con la prueba del IMEI descartada como elemento incriminatorio, se abre un nuevo frente de análisis que apunta al entorno de las víctimas y sus posibles conexiones con Río Negro.
Los investigadores solicitaron más pericias técnicas y análisis de tráfico de datos para intentar reconstruir el recorrido del celular de Josué. También se evalúan posibles vínculos con redes delictivas que operan en la venta y reciclaje de dispositivos móviles.
Por ahora, el celular clonado es la única pista firme que tiene el expediente. Una pista que, lejos de aclarar el caso, ha abierto más interrogantes de los que ha cerrado.