El hecho dejó a los asistentes en estado de shock, pero lo que más indignación generó fueron los testimonios que apuntan a Liliana, esposa del agresor, quien habría justificado y celebrado el crimen. Según Carina, familiar de la víctima y testigo presencial, la actitud de Liliana resultó tan hiriente como el propio acto violento.
“La esposa miraba cómo el marido le disparó a Sergio y después dijo que ‘se lo merecía’. Incluso añadió que estaba bien lo que hizo su esposo. Esperábamos que, al menos, se acercara a pedir disculpas, pero en lugar de eso justificó el asesinato”, expresó Carina con notable tristeza.
En declaraciones brindadas posteriormente, Liliana ofreció su versión de los hechos, aunque sus palabras solo encendieron más el enojo de la comunidad. Aseguró que su marido, Rafael Moreno, es “más bueno que el pan” y que el trágico desenlace fue un accidente.
“No me acuerdo mucho de lo que pasó. Sé que él salió, pero nunca anda con el arma. Después me dijo que tuvo que disparar porque no tenía otra opción. Estaba hecho bolsa”, afirmó Liliana, quien intentó suavizar la imagen de su esposo ante la opinión pública.
Cuando se le preguntó si Moreno había salido con la intención de matar, ella respondió: “¿Cómo va a salir dispuesto a matar? Ser policía significa ayudar a la gente. Lo que ocurrió fue algo aislado”.
Sin embargo, sus declaraciones chocaron con el relato de testigos, quienes aseguran que Rafael Moreno actuó de manera deliberada y que Liliana, lejos de mostrar arrepentimiento, celebró el asesinato como un acto justificado.
El conflicto que desembocó en la tragedia comenzó con una queja por música alta, una situación común en reuniones vecinales, especialmente en fechas festivas. Sin embargo, el manejo violento del problema por parte de Moreno ha abierto un debate sobre la tolerancia y el uso desmedido de la fuerza.
Liliana sostuvo que la música no era tan alta como se mencionó, pero justificó el accionar de su esposo al afirmar que su intención era simplemente pedir que se retiraran. “Él cruzó porque no quería que rompieran la reja, pero no escuché música tan fuerte como dicen”, comentó. Estas palabras contrastan con los testimonios de quienes presenciaron el asesinato y aseguran que la reacción del expolicía fue desmedida desde el principio.
Uno de los aspectos que más ha conmovido a los familiares de Sergio Díaz es la falta de arrepentimiento por parte de Liliana y Rafael Moreno. Según el relato de Carina, mientras la familia intentaba asimilar lo ocurrido y realizar la denuncia correspondiente, la esposa del agresor no solo mostró indiferencia, sino que incluso habría festejado lo sucedido.
“Ella justificó lo que hizo su marido. Nunca imaginamos que una persona pudiera reaccionar de esa manera. Mientras nosotros llorábamos la pérdida de Sergio, ella seguía insistiendo en que su esposo había actuado correctamente”, explicó Carina.
El caso ha generado un fuerte repudio en Lomas de Zamora, donde vecinos y allegados a Sergio Díaz exigen que se haga justicia. La actitud del ex policía y su esposa ha alimentado la indignación de quienes consideran que este tipo de actos no pueden quedar impunes.
En tanto, organizaciones vecinales han señalado la necesidad de fomentar la resolución pacífica de conflictos, especialmente en comunidades urbanas donde la convivencia puede volverse tensa. El uso de la violencia como respuesta a problemas menores, como una queja por música alta, pone en evidencia las falencias en el manejo de la frustración y la falta de tolerancia entre vecinos.