El abogado de la familia de Josué ha dejado claro que no cree en la teoría del robo, lo que muchos inicialmente consideraron como una de las hipótesis. Según Diéguez, la clave podría residir en el hecho de que ninguno de los chicos tenía su celular al momento de ser encontrados. Esto sugiere que los atacantes podrían haber sido conocidos por los jóvenes, lo que explicaría cómo los habrían sorprendido.
Además, la situación se complica aún más con los testimonios contradictorios de una persona que asegura saber quiénes fueron los atacantes. Esta persona fue llamada a declarar ante las autoridades, pero sus declaraciones no fueron consistentes, lo que ha levantado aún más sospechas. El abogado ha solicitado que se imputen cargos de falso testimonio a este individuo.
El perito de la familia de Josué, Ezequiel Vázquez, ha hecho una reveladora declaración acerca del lugar donde fueron encontrados los cuerpos. Según Vázquez, ese espacio, por su acceso fácil y la tranquilidad del área, era un lugar adecuado para ocultar los cadáveres. Sin embargo, dejó claro que este sitio no es donde ocurrió el ataque inicial.
Vázquez explicó que el terreno es complicado para llevar a cabo un crimen en ese mismo lugar, ya que el espacio es muy reducido. Esto indica que el crimen no sucedió ahí, sino que los cuerpos fueron arrastrados hasta ese lugar, un detalle clave que deja en evidencia la preparación de los atacantes.
A pesar de los esfuerzos de los investigadores, el caso sigue sin esclarecerse completamente. Las teorías del abogado y el perito abren nuevas preguntas sobre las circunstancias de la muerte de los jóvenes, quienes aparentemente fueron atacados de manera planificada. Por otro lado, la decisión de apartar a la Policía Bonaerense de la investigación también genera más intriga, ya que su manejo inicial del caso podría haber sido crucial para resolver las piezas del rompecabezas.
Un punto importante en la investigación es el testimonio de un testigo que declaró saber quiénes fueron los responsables del ataque. Sin embargo, su declaración fue poco confiable, ya que se contradijo en varias oportunidades durante su comparecencia ante las autoridades. Esta inconsistencia ha llevado a los abogados a solicitar que se le impute por falso testimonio, lo que podría complicar aún más las cosas para quienes creían tener información clave.
El futuro del caso de Paloma y Josué depende de las investigaciones que están en curso, las cuales siguen siendo claves para esclarecer los hechos. La hipótesis planteada por los abogados abre la posibilidad de que estemos ante un doble crimen atípico, cuyo desenlace podría cambiar el curso de las investigaciones.
Hasta que se logre obtener más evidencias o se encuentren nuevas pruebas, la incertidumbre sobre lo que realmente sucedió sigue siendo enorme. La población de Florencio Varela y el país entero siguen pendientes de las resoluciones judiciales, esperando justicia para los jóvenes que perdieron la vida de una forma tan brutal y sin explicación.