Sin embargo, para el fiscal, la evidencia es clara: el crimen fue premeditado y cometido con alevosía, lo que lo convierte en un femicidio. “Haberlo hecho como él dice es homicidio simple, pero si lo hizo como yo sostengo, es prisión perpetua”, sentenció Sicardi ante el tribunal.
Uno de los puntos clave del alegato fue la reconstrucción del asesinato. Según el testimonio de Soto, Catalina habría ingresado sola al lugar donde ocurrió el crimen, un dato que no se condice con las imágenes de las cámaras de seguridad ni con sus declaraciones previas.
“Dijo que Catalina entró sola porque él se estaba tardando. No lo muestran las cámaras ni lo dijo antes en su declaración. Es absolutamente incompatible la forma que él describe y la muerte de Catalina”, afirmó el fiscal.
Además, Sicardi enfatizó que Soto se contradijo al explicar cómo la atacó. En un momento, sostuvo que la tomó por la espalda, pero luego indicó que estaba de costado y, más tarde, aseguró que estaba de frente. Estas inconsistencias debilitan la credibilidad de su versión y refuerzan la hipótesis del fiscal.
Otro elemento clave fue el informe forense. Según los peritos médicos, Catalina Gutiérrez presentaba una lesión en el cuello de 2,5 centímetros de ancho, lo que descarta que haya sido asfixiada con la técnica del “mata león”, como alegó Soto.
“La forma en la que estaba colocada no deja ninguna duda de que se utilizó un lazo”, sostuvo Sicardi. Este detalle refuerza la idea de que Soto planificó el crimen y utilizó un método premeditado para acabar con la vida de la víctima.
Durante su exposición, el fiscal no escatimó en palabras para describir la actitud del acusado. Aseguró que su declaración fue un "manojo de mentiras, manotazos de ahogado para escapar de la perpetua" y que intentó manipular los hechos para obtener una condena menor.
Más allá de la confesión de Soto, Sicardi insistió en que su relato está lleno de contradicciones y omisiones, lo que demuestra que intentó encubrir la verdadera naturaleza del crimen.
El caso ha generado un gran impacto en la opinión pública, ya que Catalina Gutiérrez era una de las amigas más cercanas de Soto. Este dato vuelve aún más perturbador el crimen, ya que refuerza la hipótesis de un ataque premeditado y no un acto impulsivo.
El tribunal anunciará su decisión final este miércoles 19 de marzo, cuando se dicte la sentencia contra Néstor Soto. La expectativa es alta, ya que la Fiscalía ha sido categórica en su pedido de prisión perpetua.
El caso de Catalina Gutiérrez se suma a la lista de femicidios que conmocionan al país y reavivan el debate sobre la violencia de género. Con el juicio en su etapa final, la familia de la víctima y la sociedad esperan una sentencia ejemplar.