Los delincuentes se llevaron el vehículo sin importarles que la niña estaba dentro. En la intersección de 22 y 72, Kim cayó al piso y fue arrastrada por el auto en movimiento.
“No tengo la certeza de si la empujaron... por algún motivo se cae y la arrastran. Tenemos fotos y videos de cómo era arrastrada por estas dos personas”, expresó el padre con impotencia.
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Luego, el dolor de Marcos se transformó en un grito de indignación ante la falta de humanidad de los atacantes: “¿Qué mierda pasa? Vamos a suponer que la gente se dedica a robar, robate el auto. Tenés una nena ahí que la vieron, con el cinturón. No les importó... Frenen, bájenla, roben tranquilos, ya está. ¿Qué mierda está pasando con nosotros? Hoy nos rompieron a todos”.
“Me gustaría que sufran lo que yo estoy sufriendo”
Con la voz quebrada, Marcos hizo un último pedido: ponerse en su lugar. “La mayoría somos padres, pónganse un segundo en mi lugar. Estoy destrozado, tenía la hija perfecta, la hija con la persona que siempre amé. A estos pibes no les importó", expresó.
Según lo que pudo averiguar la familia, después de escapar, los delincuentes estaban como si nada hubiera pasado. Ese dato fue el golpe final para un padre que exige justicia.
“Ahí te das cuenta de la clase de persona que son. Me gustaría que sufran un poco de lo que yo estoy sufriendo”, enfatizó.