“Los primeros días ya tenía que estar acá, darme un abrazo, pero no pasó”, lamentó María en una entrevista radial, cuestionando las acciones iniciales de las autoridades que, según ella, enturbiaron la investigación. La incertidumbre ha llevado a la madre a desconfiar de todo y de todos, especialmente tras las confusas versiones y acusaciones que han surgido en torno al caso. En su declaración, defendió a Catalina, una mujer de 87 años vinculada a la investigación, afirmando: “Catalina es inocente porque tiene 87 años, ella solo los invitó para el almuerzo, creo que todo fue por el lado de Laudelina”.
El día que cambió todo para Loan
María Noguera ofreció detalles sobre el día en que su hijo desapareció. Según ella, aunque no solía visitar la casa de Catalina, ese día su esposo José sí lo hizo, y llevó a Loan consigo. Era una visita esperada por el niño, que estaba emocionado por ir al campo. “Loan hacía rato quería ir al campo y estaba muy contento”, contó María, añadiendo que la reunión fue inesperada y José no sabía que la visita incluiría a otras personas ni que sería un almuerzo compartido.
Este desconcierto inicial ha alimentado la teoría de María de que algo ajeno y desconocido ocurrió ese día, dejando a la familia sumida en una espiral de preguntas sin respuesta.
La búsqueda que se expande sin resultados
En su incansable lucha por recuperar a su hijo, María ha estado atenta a cualquier noticia o información que le dé alguna pista sobre el paradero de Loan. En uno de sus testimonios, reveló que se enteró de los avances de la búsqueda en las provincias de Chubut y Santa Cruz gracias a los medios de comunicación con cobertura nacional, lo que subraya la falta de comunicación directa con las autoridades.
Pese a este vacío de información oficial, la madre agradece el apoyo de la comunidad, incluyendo a personas que no la conocen personalmente, pero que han mostrado empatía y solidaridad. “Estoy muy agradecida a la gente que me apoya en la marcha. Cuando puedo y estoy bien trato de asistir”, expresó con emoción.
La historia de la desaparición de Loan ha tocado el corazón de muchos, generando una ola de apoyo que se traduce en marchas y manifestaciones públicas. Para María, estas demostraciones de cariño se han convertido en una fuente de fuerza y consuelo en medio de su tormentosa espera.
Un caso enmarañado y sin respuestas
Las circunstancias que rodean la desaparición de Loan están llenas de ambigüedades y señalamientos. La decisión de extender la investigación por más de un año adicional resalta la complejidad del caso y las dificultades para avanzar de manera efectiva. Las sospechas y los rumores han puesto a más personas bajo la lupa, aunque la madre del menor insiste en que algunos implicados, como Catalina, son inocentes. Sin embargo, la sombra de la duda persiste y nuevas teorías y detalles continúan emergiendo, complicando aún más el proceso de búsqueda.
María Noguera, que vive con la herida abierta de la ausencia de su hijo, sigue sin bajar los brazos. Cada testimonio que ofrece y cada marcha a la que asiste buscan mantener el caso de Loan en la memoria colectiva, impulsando a las autoridades a seguir adelante con las pesquisas y mantener la presión sobre todos los frentes investigativos.
La familia de Loan, al igual que la comunidad que se ha solidarizado con su causa, espera que las respuestas lleguen antes de que sea demasiado tarde. El dolor de no saber dónde está su hijo, combinado con la percepción de que las autoridades podrían no estar haciendo lo suficiente, es una carga que María y sus seres queridos llevan día a día.