El abogado de la familia de Loan, Juan Pablo Gallego, ha sido uno de los principales impulsores de esta línea de investigación. Según sus declaraciones, no se realizaron pericias exhaustivas a todos los implicados y existen pruebas clave que no han sido debidamente analizadas.
En este contexto, la decisión de la Cámara Federal de Corrientes es fundamental. Si se confirma el procesamiento, los acusados enfrentarán un juicio oral. Por el contrario, si la resolución es modificada o revocada, el caso podría tomar un giro inesperado, debilitando las pruebas o abriendo nuevas líneas de investigación.
El mensaje que podría cambiar todo
Uno de los elementos más contundentes que sostiene la hipótesis del abuso es un mensaje de texto que, según la querella, podría ser una prueba crucial. Este mensaje fue enviado por Laudelina Peña, tía de Loan, a María Victoria Caillava, esposa del exmarino Carlos Pérez, ambos detenidos y señalados como principales sospechosos en la causa.
En el texto, Laudelina habría preguntado:
“¿A qué hora lo devolvés?”
Para Gallego, este mensaje revela que, en la percepción de Laudelina, la desaparición de Loan no era definitiva, sino una situación temporal.
“Mientras decían que Loan se había perdido, Laudelina llamaba a Caillava preguntando cuándo volvía. Esto hace suponer que, en la cabeza de Laudelina, la desaparición era temporaria”, afirmó el abogado.
Sospechas, contradicciones y falta de pericias
Desde el comienzo de la investigación, las versiones ofrecidas por los siete detenidos han sido contradictorias, lo que ha incrementado las sospechas de la querella. Entre los arrestados figuran personas cercanas al entorno familiar de Loan, lo que refuerza la teoría del encubrimiento.
Entre los imputados están:
- Laudelina Peña (tía de Loan)
- Carlos Pérez (exmarino)
- María Victoria Caillava (esposa de Pérez)
Gallego ha cuestionado en reiteradas ocasiones la falta de exámenes exhaustivos a todos los implicados. Según su relato, una de las primeras personas en sospechar un abuso sexual fue Maciel, uno de los testigos, quien revisó a Benítez, otro de los acusados, sin que quedara claro bajo qué pruebas o motivos se realizó ese procedimiento.
“Maciel sospechó de un abuso sexual y revisó a Benítez, pero no está claro sobre qué pruebas lo hizo y por qué no examinaron a los otros”, subrayó Gallego.
Graves acusaciones sobre abuso infantil en Corrientes
En una declaración impactante, el abogado de la familia Peña afirmó que la entrega sexual de niños a cambio de beneficios económicos es una práctica habitual en algunas zonas de Corrientes.
“La entrega sexual de un niño a cambio de un beneficio económico es algo común en Corrientes, provincia de la que es Loan”, denunció Gallego, reforzando la teoría de que el abuso sexual podría haber sido el móvil principal detrás de la desaparición del niño.
Estas afirmaciones elevan la gravedad del caso y plantean interrogantes inquietantes sobre las dinámicas de poder y las redes de encubrimiento que podrían estar operando en la región.
La decisión que puede cambiar el rumbo del caso
La revisión de los procesamientos está en manos de la Cámara Federal de Corrientes, que analizará la resolución adoptada por la jueza federal de Goya, Cristina Pozzer Penzo.
Si el tribunal ratifica el procesamiento, los acusados enfrentarán un juicio oral en el que se determinará su responsabilidad en la desaparición de Loan. Por el contrario, si los jueces modifican o revocan la medida, la causa podría tomar un rumbo completamente diferente, debilitando las pruebas o permitiendo la exploración de nuevas pistas.
El futuro de la causa, en juego
La determinación que tome la Cámara Federal el próximo 6 de marzo será crucial no solo para definir el destino procesal de los imputados, sino también para aclarar qué le ocurrió realmente a Loan Peña.
En medio de denuncias de encubrimiento, pruebas no analizadas y una hipótesis de abuso que no deja de cobrar fuerza, la expectativa por la decisión judicial es máxima.
La respuesta a la gran incógnita –¿qué pasó con Loan?– podría estar más cerca de resolverse o, por el contrario, perderse en un mar de incongruencias y secretos.