En el mismo posteo, Lucía sumó un mensaje aún más desgarrador: "Sueño y espero todos los días nuestro reencuentro. Todo va a estar bien. Te amo con todo mi corazón. No me sueltes la mano".
Mientras la familia enfrenta el vacío que dejó Catalina, el caso se encamina a un momento clave: el juicio contra el principal acusado.
Un juicio con jurado popular
La Cámara 11° del Crimen de Córdoba confirmó la fecha del juicio contra Néstor Aguilar Soto, el joven de 21 años señalado como el principal responsable del crimen. El proceso judicial comenzará el próximo 27 de febrero y contará con un jurado popular.
Aguilar Soto enfrenta cargos por "homicidio calificado por alevosía y por violencia de género", una calificación que, de ser hallado culpable, lo condenaría a prisión perpetua.
El caso generó un gran impacto social debido a la brutalidad del crimen y a la relación que la víctima tenía con su agresor. En este sentido, la familia y amigos de Catalina esperan que el juicio traiga justicia y que la memoria de la joven no quede en el olvido.
Un plan con amigos que terminó en tragedia
La noche del 17 de julio de 2023, Catalina Gutiérrez había planeado salir con un grupo de amigos. Para movilizarse, le pidió prestado a su madre su Renault Clio con la intención de encontrarse con ellos en el Patio Olmos, un reconocido punto de encuentro en Córdoba. Sin embargo, nunca llegó.
A medida que pasaban las horas y no lograban comunicarse con ella, su hermana decidió rastrear los últimos movimientos del celular de Catalina a través del sistema de búsqueda de Apple. Fue así como detectó que, pasada la medianoche, la señal del teléfono se mantuvo fija en Pedro Echagüe al 3900 y no volvió a registrar actividad.
Alertados por la falta de noticias, la familia contactó a la policía, quienes acudieron al lugar y realizaron un hallazgo aterrador: el cuerpo de Catalina estaba en el asiento trasero del auto de su madre, parcialmente quemado.
La reconstrucción de un crimen atroz
Las pericias y testimonios permitieron reconstruir lo ocurrido aquella noche. Según la investigación, Néstor Aguilar Soto habría sido el último en ver con vida a Catalina. En el transcurso de la noche, se sospecha que la atacó dentro del vehículo y luego intentó deshacerse del cuerpo prendiéndolo fuego.
El móvil del crimen sigue siendo motivo de análisis, pero los investigadores sostienen que pudo tratarse de un femicidio con premeditación. La violencia extrema con la que fue cometido refuerza la hipótesis de un ataque planificado, lo que llevó a que la fiscalía imputara al acusado bajo una de las figuras penales más severas del Código Penal argentino.
Un pedido de justicia que no se apaga
El caso de Catalina Gutiérrez no solo generó conmoción en su círculo íntimo, sino que también despertó una ola de indignación en la sociedad. A lo largo de los meses, familiares, amigos y activistas realizaron diversas marchas y manifestaciones exigiendo justicia por la joven.
En redes sociales, la consigna #JusticiaPorCatalina se convirtió en un símbolo del reclamo. Además, diversas organizaciones feministas han acompañado el caso, pidiendo penas más duras para los responsables de crímenes de género y mayor protección para las mujeres en situaciones de riesgo.
Con la fecha del juicio cada vez más cerca, la familia de Catalina espera que el proceso judicial haga justicia y que el responsable reciba la condena máxima. Mientras tanto, su hermana Lucía sigue recordándola con amor y nostalgia, manteniendo viva su memoria.