Santiago Giorello se presentó ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro y brindó su versión sobre cómo se desarrolló el alquiler de la vivienda y lo que ocurrió después de la muerte de Maradona.
Santiago Giorello, propietario de la vivienda donde Diego Maradona pasó sus últimos días en el barrio privado San Andrés, brindó un testimonio clave en el juicio que investiga la muerte del astro del fútbol.
Santiago Giorello se presentó ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro y brindó su versión sobre cómo se desarrolló el alquiler de la vivienda y lo que ocurrió después de la muerte de Maradona.
"La casa se entregó de nuestra parte en perfecto estado y hubo alguien de limpieza hasta el último minuto", afirmó en su declaración. Según explicó, el día 19 de noviembre de 2020, cuando regresó a buscar algunas pertenencias, encontró un gran movimiento de personas en la casa: "Había mucho despliegue de gente, muchos muebles".
Sin embargo, lo que más le impactó fue lo que vio cuando finalmente le devolvieron la propiedad en diciembre, tras la muerte del ídolo: "Cuando logré que me la devolvieran y pude entrar, la casa estaba en condiciones deplorables".
El dueño de la vivienda también detalló cómo se enteró de que Maradona sería el inquilino. Según su testimonio, la noticia le llegó el 9 de noviembre, apenas un día antes de que el exfutbolista se mudara.
"Mi mujer me dijo: ‘No le va a servir la casa porque seguro viene con mucha gente’, y Jordan (dueña de la inmobiliaria) nos dijo que venía en plan de recuperación, con sus hijas”, recordó.
Desde el primer momento, Giorello y su esposa notaron que la vivienda tal vez no era adecuada para el exjugador, pero les aseguraron que llegaba con la intención de recuperarse.
El 10 de noviembre, Giorello y su esposa dejaron la casa para que Maradona pudiera instalarse. Ese mismo día, entregaron dos juegos de llaves para que los nuevos inquilinos pudieran acceder sin problemas.
El propietario relató que regresó el 11 de noviembre para retirar algunas pertenencias y llevarse a su perra, momento en el que ya pudo notar el despliegue de la mudanza.
Además, confirmó que una de las habitaciones quedó cerrada con algunas de sus cosas personales, lo que indica que no toda la casa estaba disponible para el uso de Maradona y su equipo.
Un operativo de seguridad que nunca se cumplió
Giorello también detalló el plan que se había diseñado para garantizar la seguridad de Maradona dentro del barrio privado. Explicó que el 11 de noviembre se redactó un comunicado con la administración del barrio para informar a los vecinos que el ídolo viviría allí hasta el 31 de enero de 2021.
En ese comunicado, se dejó en claro que una ambulancia permanecería en la puerta de la casa de manera permanente, un detalle crucial considerando los problemas de salud que Maradona enfrentaba en ese momento.
Sin embargo, el dueño de la vivienda aseguró que, a pesar de haber visitado la casa "dos o tres veces después del 10 de noviembre", nunca vio una ambulancia estacionada allí.
El relato de Santiago Giorello podría ser fundamental en el juicio que investiga si hubo negligencia en la atención médica de Maradona. Sus declaraciones ponen en duda si realmente se cumplieron las condiciones necesarias para su recuperación y si existió el cuidado adecuado para una persona con su delicado estado de salud.
El juicio sigue avanzando, y el testimonio del dueño de la casa suma más interrogantes sobre los últimos días del "Diez".