INUSITADO CASO

El desesperado pedido de los papás de Lian Flores a dos meses de la desaparición: "No hay..."

El caso del niño desaparecido en Córdoba revela nuevos datos sobre un auto sospechoso y múltiples hipótesis, sin pistas claras tras dos meses.

El desesperado pedido de los papás de Lian Flores a dos meses de la desaparición: No hay...

Dos meses sin respuestas. Así podría resumirse el drama que atraviesan Elías Flores y Plácida Soraide, los padres de Lian Gael Flores Soraide, el niño desaparecido en Córdoba el pasado 22 de febrero. Ese día, el pequeño jugaba en el patio de su casa, ubicada en una zona rural de Ballesteros del Sud, al sur de la provincia, cuando fue visto por última vez. Desde entonces, no hubo una sola pista concreta sobre su paradero, aunque surgieron diferentes líneas de investigación.

Este martes, los padres de Lian declararon durante más de tres horas ante la Fiscalía General de la provincia. Según comentó el abogado Darío Baggini a Noticias Argentinas, la pareja mencionó un hecho clave: “Vimos la Suran gris el jueves anterior a la desaparición de nuestro hijo”, afirmaron Elías y Plácida frente al fiscal.

La descripción del auto —una Volkswagen Suran gris con vidrios polarizados— no fue menor. El vehículo había circulado en varias ocasiones por las inmediaciones del hogar familiar, siempre a baja velocidad, lo que resultó sospechoso para los padres. Esa actitud inusual llamó la atención de la familia y fue mencionada con claridad durante su testimonio judicial.

“El auto pasó más de una vez por la zona. Lo hacía lentamente y con las ventanillas oscuras. Era evidente que no era parte del tránsito habitual del lugar”, explicó Baggini. La referencia al vehículo se convierte en uno de los pocos elementos físicos que podrían servir como hilo conductor para alguna de las hipótesis que hoy se barajan.

Actualmente, hay dos fiscalías involucradas. La Fiscalía Federal, que maneja la posibilidad de un caso de trata de personas, y la Fiscalía Provincial, que investiga delitos comunes como homicidio, accidente o abuso seguido de muerte.

“La denuncia por trata surgió tras un reporte de Missing Children. Sin embargo, con el tiempo, esa hipótesis perdió fuerza”, señaló el abogado. El argumento principal es que, en casos de secuestro, suele haber pedidos de rescate o alguna prueba de vida, elementos que no se presentaron en el caso de Lian.

Por su parte, la Fiscalía Provincial investiga la posibilidad de que el niño haya sufrido un accidente o haya sido víctima de un homicidio. “Incluso se evalúa que pudo haber sido atropellado”, indicó Baggini, aunque aclaró que no se encontraron rastros físicos del menor que puedan sostener esa teoría.

Otra línea que llegó a cobrar cierta notoriedad fue la aparición de una camioneta en la zona, vista cerca del momento en que Lian desapareció. Pero esa versión quedó descartada. “Esa camioneta ingresó al área mucho antes del hecho. Las pericias lo confirmaron”, explicó el abogado, desestimando una posible vinculación directa con la desaparición.

La complejidad del caso radica en la ausencia total de pruebas contundentes. No hay cámaras, testigos clave ni rastros materiales que orienten a los investigadores en una dirección clara. Mientras tanto, la angustia y el desconcierto se apoderan de una familia que lleva más de un mes sin saber dónde está su hijo.

“Lo real y cierto es que no tenemos una pista concreta. No podemos afirmar si se trató de un homicidio, un abuso, trata o un accidente. La hipótesis más fuerte hoy es esta última, pero no hay nada concluyente”, confesó Baggini.

Lo cierto es que, desde que Lian desapareció, se han abierto numerosos caminos. Se relevaron campos cercanos, se realizaron rastrillajes y se tomaron testimonios en la comunidad, pero ninguna de esas acciones acercó a los investigadores a una solución. Ni una prenda, ni una huella, ni un rastro biológico. El niño parece haberse desvanecido sin dejar señales.

Pese al paso del tiempo, la referencia a la Suran gris permanece como uno de los elementos más tangibles. Su repetida aparición antes del hecho y su comportamiento anómalo en un entorno tranquilo podrían ser clave si se logra vincularla a algún sospechoso o si nuevos testigos aportan información.

En ese sentido, la familia espera que alguien que también haya visto el auto se anime a hablar. “No perdemos la esperanza. Hay alguien que sabe algo. Alguien que tal vez no se dio cuenta en su momento de lo importante que puede ser su testimonio”, sostuvo un allegado de los Flores Soraide.

Ballesteros del Sud es una localidad donde todos se conocen. El silencio, sin embargo, ha sido abrumador. Nadie ha reportado movimientos extraños más allá del vehículo mencionado. Tampoco hubo indicios de que el niño pudiera haberse alejado por sus propios medios. “Es imposible que Lian se haya ido solo. Era pequeño, estaba en el patio, no tenía por qué alejarse”, recalcaron sus padres.

La incertidumbre sigue marcando cada día de esta investigación. La comunidad, en tanto, permanece expectante y desconcertada. Y la pregunta se repite en cada rincón del pueblo: ¿Dónde está Lian?

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