Guazzora fue detenido el 21 de octubre de 2023, luego de semanas de búsqueda por parte de la Policía Federal. Tras permanecer prófugo desde agosto del mismo año, fue encontrado escondido en una vivienda en Merlo, en el oeste del Gran Buenos Aires.
El periodista había decidido huir tras las elecciones PASO de 2023, en las que participó como precandidato a diputado provincial en la lista de Guillermo Moreno. Al no obtener el umbral necesario para competir en las elecciones generales, Guazzora se ausentó de una orden judicial para el secuestro de su celular y optó por cambiar su apariencia, cortándose el cabello y afeitándose, en un intento por evitar ser reconocido.
La captura fue posible gracias a un exhaustivo análisis de llamadas y ubicaciones de antenas celulares, combinado con tareas de inteligencia sobre el terreno. La colaboración ciudadana también jugó un papel crucial, con datos aportados a través de la línea 134. Por su localización, el Ministerio de Seguridad de la Nación había ofrecido una recompensa de 4 millones de pesos.
Guazzora era una figura controvertida en el ámbito político y mediático, vinculado al kirchnerismo y conocido por su estilo confrontativo. Su participación en la lista de Guillermo Moreno como precandidato en 2023 lo colocó nuevamente en el foco público, aunque su desempeño electoral resultó intrascendente.
Esta no es la primera vez que el periodista enfrenta problemas con la ley. Anteriormente, había sido condenado a tres años en suspenso por acoso y coacción agravada contra una diputada. Además, recibió una sentencia de seis meses por agredir a dos policías.
Con la nueva condena por abuso sexual agravado, todas las penas han sido unificadas, alcanzando un total de 12 años y 6 meses de prisión. Este historial penal evidencia un patrón de comportamiento violento que finalmente culminó en una condena de gran magnitud.
El fallo de abuso sexual agravado incluyó también el agravante de lesiones leves, un elemento que terminó pesando en la sentencia. Los testimonios y pruebas presentados en el juicio destacaron la gravedad de los hechos, marcando un precedente judicial relevante en este tipo de casos.
Por otra parte, la causa por la promoción o facilitación de la corrupción de menores reafirmó las acusaciones, aunque fue la imputación de abuso sexual la que resultó central en la condena.
El caso de Ezequiel Guazzora ha provocado un amplio debate en la opinión pública, no solo por la notoriedad del periodista, sino también por sus vínculos políticos y su historial de conductas violentas. La condena deja en evidencia cómo figuras públicas pueden caer en conductas delictivas graves, llevando a reflexionar sobre la relación entre poder, impunidad y justicia en la sociedad.