Un nuevo y grave episodio de inseguridad sacudió a Villa Luzuriaga, partido de La Matanza. Esta vez, tres adolescentes fueron sorprendidas por delincuentes armados cuando intentaban entrar a la casa de una de ellas para merendar.
María, una ama de casa de Villa Luzuriaga, partido de La Matanza, habló con A24 y dio detalles del múltiple robo en Villa Luzuriaga que vivió con su hija y las amigas de ésta.
Un nuevo y grave episodio de inseguridad sacudió a Villa Luzuriaga, partido de La Matanza. Esta vez, tres adolescentes fueron sorprendidas por delincuentes armados cuando intentaban entrar a la casa de una de ellas para merendar.
El hecho fue presenciado por María, madre de una de las chicas, quien no dudó en salir a defender a su hija y enfrentarse cara a cara con uno de los asaltantes.
"Le levanté el brazo y le dije ‘dejá de apuntarle a la cabeza’", relató la mujer con la voz aún cargada de indignación y angustia, en diálogo con Luis Novaresio en A24. El ladrón tenía el arma directamente apuntada a la cara de su hija de 16 años.
La escena quedó registrada en un video: eran alrededor de las 16:40 cuando tres jóvenes se bajaron de un auto y comenzaron a disparar al aire mientras intentaban robarle el celular a una de las chicas.
Al mismo tiempo, otro delincuente trataba de robar el vehículo de un vecino. “No sabían qué hacer —dijo María—. Querían robarle a las nenas, robarse el auto, meterse en mi casa...”.
A pesar del peligro, María salió a la calle, se puso entre el arma y su hija, y enfrentó al delincuente: “Es un instinto. Esa era mi hija. Pero si era una amiguita hubiese hecho lo mismo”.
El caso es uno más de los tantos que se repiten a diario en el barrio. María vive en Villa Luzuriaga desde 1997, y aunque la inseguridad siempre estuvo presente, “hace cinco o seis años se pudrió todo”.
La comparación entre sus hijos resume el deterioro del barrio: “Mi hijo de 25 más o menos pudo jugar en la calle. Mi hija de 16 no sabe lo que es jugar en la calle. No tiene idea”.
María también apuntó contra las autoridades y el abandono estatal: “Si me das 500 mil dólares, me voy, pero ¿por qué me tengo que ir yo? Yo levanté mi casa ladrillo por ladrillo”.
Y añadió: “La policía hace lo que puede con lo que tiene. Pero cuando la causa llega un poquito más arriba, se frena todo”.
En su caso anterior -un robo ocurrido hace tres años en su casa- la policía había logrado identificar a los autores, pero nunca se emitió la orden de allanamiento. “El oficial me pidió perdón. Tenían todo: las cámaras, las direcciones, los nombres. Pero el fiscal no firmó. Me gustaría que venga y me diga por qué”.
“Nosotros seguimos. Mi hija al otro día fue al colegio, mi marido se levantó para ir a laburar. Pero todo queda en la nada. Por eso quiero que esto se sepa. Esto tiene que parar en algún momento”, cerró María.