El siniestro ocurrió este jueves en la continuación de la avenida 542, a la altura de la Ruta 88, un tramo conocido por su constante flujo vehicular y alto riesgo vial.
"Accidente en la ruta 88" es la frase que resuena con fuerza en Quequén tras el trágico episodio que dejó a una mujer sin vida y a una comunidad en shock. El siniestro ocurrió este jueves en la continuación de la avenida 542, a la altura de la Ruta 88, un tramo conocido por su constante flujo vehicular y alto riesgo vial.
En una zona caracterizada por el tránsito pesado y una infraestructura deficiente, el accidente ocurrió frente a la planta verificadora de camiones y cerca del destacamento vial. Según los primeros reportes, el conductor de un Ford Ka perdió el control del vehículo tras morder la banquina. Este hecho desató una serie de eventos que culminaron en un violento vuelco.
La víctima, María Alejandra Sandoval, de 59 años, fue despedida del automóvil debido a la fuerza del impacto. En un trágico giro de los acontecimientos, el vehículo, tras volcar, impactó nuevamente a Sandoval, provocándole heridas fatales. La mujer perdió la vida en el lugar antes de que pudieran brindarle asistencia.
El accidente activó un amplio operativo de emergencia en la zona. Los Bomberos de Quequén, efectivos de la Policía Bonaerense y agentes de la Policía de Tránsito se presentaron rápidamente en el lugar para coordinar las tareas de rescate, atención y peritaje.
Las investigaciones iniciales se centraron en determinar las causas del siniestro. Aunque aún no hay conclusiones definitivas, se barajan varias hipótesis, entre ellas posibles fallas mecánicas, irregularidades en el camino o un error de maniobra del conductor. Las autoridades trabajan intensamente para esclarecer si la tragedia pudo haberse evitado.
El lugar del accidente es un tramo muy transitado debido a la proximidad de la planta verificadora de camiones y el destacamento vial. Estas características lo convierten en una zona de alto riesgo vial. Las banquinas irregulares, sumadas al flujo constante de vehículos pesados y la escasa señalización, representan un peligro latente para conductores y peatones.
Vecinos y conductores habituales han señalado en repetidas ocasiones la necesidad de mejorar las condiciones de esta ruta. Entre las principales demandas destacan:
Estas solicitudes reflejan un esfuerzo colectivo por evitar que tragedias como esta se repitan.
La muerte de María Alejandra Sandoval no solo deja un profundo dolor en su círculo cercano, sino que también ha generado un impacto significativo en la comunidad de Quequén. Los habitantes de la zona exigen acciones concretas por parte de las autoridades para garantizar la seguridad en las rutas y evitar nuevas pérdidas humanas.
Algunos vecinos han expresado su indignación por lo que consideran una falta de atención prolongada a los problemas viales de la Ruta 88. Otros insisten en que el caso de Sandoval debería servir como un llamado de atención urgente para abordar las deficiencias existentes.
Mientras las autoridades avanzan en las investigaciones, la pregunta persiste: ¿fue esta tragedia el resultado de la negligencia, un error humano o una combinación de ambos factores? Cada hipótesis será analizada a fondo por los peritos para determinar responsabilidades y, eventualmente, tomar medidas preventivas.
La necesidad de soluciones concretas es innegable. Más allá de identificar las causas del accidente, resulta imprescindible priorizar el mantenimiento y las mejoras estructurales de rutas como la 88. Inversiones en infraestructura, programas educativos para conductores y una vigilancia más estricta son pasos esenciales para reducir el riesgo de accidentes.