A pesar de la gravedad del caso, el Marista Rugby Club solo comunicó a través de sus redes sociales que permanecería cerrado por el resto del día, sin emitir declaraciones oficiales sobre lo ocurrido. La falta de explicaciones por parte de la institución ha generado aún más controversia y cuestionamientos sobre las condiciones de seguridad del predio y la supervisión de los menores en la colonia de verano.
Las primeras hipótesis señalan que Faustino habría sufrido un fuerte impacto en la cabeza antes de caer al agua. Sin embargo, aún no hay confirmación oficial sobre cómo sucedieron los hechos. Lo que sí está claro es que la ambulancia no llegó a tiempo y que el protocolo de emergencia no fue suficiente para evitar la tragedia.
El fiscal Gustavo Pirrello, especializado en Homicidios y Violencia Institucional, está a cargo de la investigación. En las últimas horas, se solicitó un informe sobre la habilitación municipal del club y las condiciones en las que operaba la colonia de verano.
El silencio del Marista Rugby Club y la falta de respuestas oficiales han dejado un clima de incertidumbre y malestar entre las familias que confían en este tipo de instituciones para el cuidado de sus hijos durante la temporada estival.
Este no es el único caso reciente de ahogamiento en el ámbito deportivo. En España, el fútbol también se vio sacudido por la trágica muerte de Jakov Jelkic, un futbolista croata que fue hallado sin vida en el puerto de Alicante el pasado lunes 3 de febrero.
El cuerpo del joven fue rescatado por buzos de la Guardia Civil alrededor de las 18:30 hs. La policía confirmó que se trató de un ahogamiento accidental, aunque la investigación sigue en curso para esclarecer las circunstancias exactas de su fallecimiento.
Dos tragedias en diferentes partes del mundo han puesto nuevamente el foco en la seguridad en espacios deportivos y recreativos, dejando en evidencia la necesidad de reforzar medidas de prevención y protocolos de emergencia.