De película

Como en "El secreto de sus ojos": cayó una viuda negra por su pasión por Sacachispas

Interpol la buscaba hace casi un año, pero fue el amor por El Lila lo que la puso tras las rejas. Sacachispas se hizo eco con una cita de la emblemática película argentina.

Insólito. La secuencia parece calcada de la película ganadora del Oscar. 

Insólito. La secuencia parece calcada de la película ganadora del Oscar. 

Una escena de película, pero en la vida real. Como en El secreto de sus ojos, donde un asesino prófugo es encontrado años después en una cancha por no poder dejar de ir a ver a su equipo, la historia se repitió el martes pasado en Villa Soldati.

Esta vez, la protagonista fue Ana Rocío Y., una joven de 18 años con pedido de captura internacional por Interpol, que terminó detenida cuando fue a ver a Sacachispas, el club de sus amores.

La secuencia parece calcada de la película ganadora del Oscar. En aquella escena icónica, el personaje de Guillermo Francella lanza una frase inolvidable: “El tipo puede cambiar de todo. De cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de Dios… pero hay una cosa que no puede cambiar. No puede cambiar de pasión…”.

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Y eso mismo le pasó a Ana Rocío. Acusada de drogar y robar hombres tras contactarlos por Tinder —modus operandi por el que se ganó el apodo de “viuda negra”—, fue detenida en uno de los accesos al estadio, previo al duelo entre Sacachispas y Acassuso, en el marco de un operativo de seguridad.

Como en "El secreto de sus ojos": cómo cayó la mujer

Cuando presentó su DNI, el sistema Tribuna Segura detectó la alerta: tenía una orden de arresto emitida el 21 de mayo de 2024 por “robo triplemente agravado por ser perpetrado en poblado y en banda, mediante la utilización de estupefacientes”.

Según fuentes policiales, la joven no actuaba sola. Tras drogar a sus víctimas en sus propios domicilios, daba el aviso a un grupo que la acompañaba para entrar y desvalijar las casas.

Sacachispas no dejó pasar el hecho y recogió el guante con un posteo en redes que citó textualmente la frase de la película: “La tipa puede cambiar de todo: de cara, de casa, de familia, de novio, de religión, de Dios... pero hay una cosa que no puede cambiar, Benjamín: no puede cambiar de pasión”.

La pasión que la llevó a alentar a El Lila fue también la pista final que permitió su detención.