Las cámaras de seguridad registraron el ingreso de la pareja al establecimiento, pero cerca de las 5.30 de la madrugada, el joven salió solo de la habitación 28 y escapó corriendo. Minutos después, los empleados de limpieza ingresaron a la habitación y descubrieron la escena del crimen: el cuerpo sin vida de Sosa yacía desnudo sobre la cama, con abundante sangre a su alrededor y rastros de pólvora en las sábanas.
Los agentes de la Comisaría 5ta de El Talar confirmaron que la víctima tenía un disparo en la boca con orificio de salida en la nuca, lo que indicaría que el femicidio se cometió a muy corta distancia. Empleados del hotel aseguraron haber escuchado una fuerte discusión y ruidos violentos en la habitación, aunque no intervinieron.
La rápida investigación permitió identificar al sospechoso gracias a las cámaras de seguridad. Además, el rastreo del celular de la víctima llevó a la Policía hasta el servicio de transporte utilizado y, con la declaración del chofer, se logró localizar la vivienda del acusado, quien fue capturado en cuestión de horas.
El caso está a cargo de la fiscal Mariela Miozzo, de la UFI de Género de Tigre, quien imputó al detenido por "homicidio agravado por el vínculo". De ser hallado culpable, el joven podría enfrentar la pena de prisión perpetua.