Ya hay varios considerados como "papables". Pero hay un dicho que es clásico entre los periodistas especializados en el Vaticano y su cerrada diplomacia política. "Los que llegan a un cónclave como papas, se van como cardenales".
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Quienes son los "papables" para suceder a Francisco
Peso a la frase que acabamos de escribir, la prensa vaticana y - especialmente la italiana - hacen ya mismo una especie de pronóstico (como nuestro antiquísimo "PRODE" con el fútbol) sobre las chances de varios para llegar a ser el sucesor de Francisco. Todo cuenta: Su origen (italiano, europeo o del resto del mundo), sus ideas dentro de la iglesia y para el mundo (progresistas o conservadores) y también, su edad.
Cuánto más joven, más tiempo para hacer cambios en la Iglesia, como fue la elección del polaco Karol Wojtyla, el papa Juan Pablo II, con 58 años. En otros momentos, el elegido resultó un cardenal de mucha edad como Juan XXIII, con 77 años. Sin embargo, el papa italiano "aggiornó" a la Iglesia con el llamado al Concilio Vaticano II.
Este es un momento muy especial para la Iglesia Católica. Muchos de los cambios y apertura de Francisco levantaron fuertes resistencias dentro de su Iglesia. Especialmente, en algunos países de Europa y en los Estados Unidos. Por eso, el puñado de nombres que "picaron en punta" marcan diferentes tendencias para el futuro de la Iglesia Católica Apostólica Romana.
Es uno de los considerados como "progresista". Es decir, un posible continuador de la línea de Francisco. A los 69 años tiene otros dos puntos a su favor: es "joven" y es el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, como para que e vicario de cristo vuela a ser de ese país, tras un paréntesis de 47 años. Pero su "candidatura" parece haber perdido el impulso que tuvo a principios de año.
Es otro "favorito" porque no solo es italiano. Ocupa un alto cargo en la curia. Es el secretario de Estado Vaticano, es decir, una mezcla entre primer ministro y canciller, quien está al frente de la diplomacia más apreciada en todo el mundo. También es "joven", a sus 70 años. Bergoglio tenía 76 cuando resultó electo Papa. Impulsor de la llegada del catolicismo a China, nada menos. Pero su experiencia en la curia, le quita un importante "haber" de Francisco: el contacto con la gente, mano a mano.
Aclamado como el “Francisco asiático”, el cardenal filipino,67 años, también es del sector “progresista”, nombrado cardenal por Francisco. Quiere avanzar en temas como la comunión para las parejas que conviven en matrimonio pero sin matrimonio sacramental, y las cuestiones relacionadas con la homosexualidad.
El arzobispo metropolitano de Marsella, Jean-Marc Aveline (66 años), es Europeo (francés) y en un esquema más moderado dentro de la Iglesia. Cercano a Francisco, sería una continuidad pero con moderación a sus ideas centrales para la Iglesia "para todos".
Es el candidato con mayor fuerza de los "discípulos" o continuadores de la línea del Papa que acaba de morir. Es el "Patriarca latino" de Jerusalén, el bergamasco Pierbattista Pizzaballa (59 años) es un moderado, pero aliado de Francisco.
El arzobispo de Budapest, de 72 años, es candidato "conservador" fuera de los "papables italianos". Creció bajo el comunismo y, cuando tenía cuatro años, en 1956, su familia se vio obligada a huir con sólo la ropa que llevaban puesta después de que las tropas invasoras quemaran su casa. Se opone al celibato opcional para los sacerdotes y está en contra de la aceptación de las uniones homosexuales. Es la "línea opuesta" en muchos temas a Francisco.
Pocos cardenales tienen la experiencia que Malcolm Ranjith (77), arzobispo metropolitano de Colombo, Sri Lanka. En 2015, el papa Francisco, llegó en viaje pastoral a ese país. Es el candidato preferido por quienes buscan un Papa confiable, más continuista con Benedicto que con Francisco.
Es el arzobispo de Kinshasa, de República Democrática del Congo, país en guerra civil. Fridolin Ambongo Besungu encabezó la protesta contra el documento del ex Santo Oficio que dio luz verde a la bendición de las parejas homosexuales. Es decir, pese a ser de África, es un representante de los vientos conservadores que extrañan a personajes como Benedicto XVI y su formación teológica. Pese a venir de un continente en el que el Cristianismo y el catolicismo están intentando abrirse paso, sus ideas no son cercanas a las de Francisco.
Pero conviene recordar lo que dijimos al principio. Bergoglio pudo ser papa cuando resultó electo Ratzinger como Benedicto XVI. Pero no quiso ser la pieza de presión entre los conservadores y los progresistas en el seno del Cónclave. En 2013, tampoco pensaba que podía ser electo. Pero su nombre - por lo poco que se sabe - ya estuvo en la primera votación y siguió creciendo. En una de las pausas, a la hora de comer, uno de los cardenales más influyentes, el argentino con años en la curia, Leonardo Sandri fue llamado por Bergoglio para cenar a su lado. En un momento de la comida, Sandri - con su gran experiencia en la Curia - le dice: "Preparate querido".
Bergoglio salió del cónclave ungido como Papa. Y como dijimos, todos los "papables" al momento de la renuncia de Ratzinger, salieron como entraron: cardenales.