Desde el mes de noviembre se reportan a las autoridades la presencia de aparatos extraños en el cielo. La mayoría son drones y el estado de Nueva Jersey parece ser el centro de los "avistamientos". Investigan la causa de este fenómeno.
Masivos avistajes de drones en el cielo procupan a ciudadanos y autoridades de EE.UU. (Foto: Gentileza USA Today)
No es uno o dos. Por lo menos, 400 aparatos y elementos aparecieron surcando el cielo de los Estados Unidos. No estamos hablando de aviones o helicópteros o aeronaves reconocidas, sino objetos no identificados, aunque esto no supone que sea una invasión alienígena. En su mayoría, se los describió como drones, sea por el testimonio de las personas o al cotejar las fotografías y grabaciones.
La otra cosa que sorprende y provoca preocupación es que el Estado de Nueva Jersey - vecino al de Nueva York - es el "escenario" ideal para estos vuelos misteriosos. La población demanda a las autoridades una explicación sobre estos fenómenos que surcan casi diariamente el cielo del este norteamericano.
Los ciudadanos de Nueva Jersey están a punto de sentirse como si vivieran en "el estado de los ovnis". Ya sacaron fotos, grabaron , hicieron dibujos y anotaciones de esos extraños aparatos, con luces diferentes y con trayectorias muy curiosas y casi sin sentido. Todo ese material se lo pasaron a las agencias federales y a la policía. Y por supuesto - a la par o antes - las suben a las redes sociales. Siempre bastó muy poco para crear una "psicosis" sobre elementos voladores sin especificar en el cielo. Ahora, las redes sociales multiplican por mil ese efecto.
Como este mensaje que un homnre subió en la cuenta de X, hay muchísimos. Está convencido de lo que vió y grabó:
"Esto no es un dron. Estamos ante un evento OVNI/FANI en tiempo real en Nueva Jersey con decenas de miles de testigos y toneladas de material de video". Como si Nueva Jersey fuera una filial de nuestro Cerro Uritorco en Córdoba.
Y la seguridad se parece bastante a la indignación en muchos casos. No les gusta lo que dicen las autoridades ya que sencillamente, no les creen.
Desde el Pentágono hasta la Agencia Federal de Aviación, pasando por la NASA, el FBI y la CIA ( por si fuera una cuestión de espionaje internacional) lo que se dice oficialmente es tranquilizador. No son seres de otro planeta, naves interestelares y ni siquiera, elementos de países enemigos para espiar.
Luego de analizar, las formas, las luces y las trayectorias llegaron a esta conclusión: la mayoría son drones con diferente uso. Muchos son de particulares - adultos o jóvenes - que realizan estos "paseos" nocturnos sin comunicarlos previamente. Otros, se utilizan como ya es común en múltiples actividades como vigilancia y ayuda para verificar el estado de cultivos en zonas alejadas de los centros urbanos.
Otras luces, ya no son drones sino helicópteros o aviones que pasan más lejos, pero su luz - a la distancia - dan el mismo efecto extraño.
Las agencias federales enfatizan que los drones no son una amenaza para la seguridad pública, pero muchos legisladores estatales y municipales han pedido reglas más estrictas sobre quién puede volar los aviones no tripulados. Otros proponen soluciones disparatadas y muy peligrosas: que se les permita dispararles desde tierra.
Una colección de drones comerciales legales, drones para aficionados y drones policiales, así como aviones tripulados, y helicópteros podrían quedar a merced de tiradores asustados que podrían provocar catástrofes.
En la transición para asumir, Trump ya actua como en la vuelta previa de una carrera. Opina de todo y anticipa "soluciones" que llegarán en su segundo gobierno. Elogió a Milei, habló con Netanyahu, con Orbán y con Zelensky entre otros. Y los drones o "presencias en el cielo" no podían quedar fuera de su órbita.
"Algo extraño está pasando" , dijo cuando le preguntaron por este tema. Pidió al gobierno que explique realmente de que se trata y si no lo sabe, entonces él también es partidario de que se los derribe.
El gobierno dice que los "drones" no son alienígenas ni un peligro para la población. Pero la confianza en la palabra oficial es algo que no abunda en estos tiempos. La verdad ya no importa, mucho menos si Estados Unidos tiene a la capital mundial de las naves extrañas.
