Estuvieron en la iglesia la vicepresidente Victoria Villarruel; la vicejefa de Gobierno, Clara Muzzio; el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, entre otros.
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García Cuerva oficia la misa en homenaje al Papa Francisco. (Foto: YouTube GCBA).
Sobre la vuelta al barrio de su infancia de Francisco para oficiar la misa, destacó que "volvemos los hijos para terminar de despedir a nuestro padre". "Volvemos con un estado de ánimo contradictorio", expuso y recordó que "el evangelio de hoy nos dice que era de noche pero también, al mismo tiempo, el amanecer y así está nuestro corazón".
Al respecto, explicó que "está la oscuridad porque falleció nuestro querido Papa Francisco" lo que hace sentir a los feligreses la "orfandad" pero, contrastó, que "al mismo tiempo no dejamos de tener una gran luz de acción de gracias por lo que significó la vida de Francisco en nuestra iglesia y en el mundo".
"La muerte no tiene la última palabra", replicó y señaló que "su vida y su magisterio sigue siendo un faro en medio de la oscuridad". Por lo tanto, dijo, "no está todo perdido".
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Con una Basílica colmada en Flores, feligreses se despidieron del Santo Padre (Fuente: YouTube GCBA).
Además, reivindicó la figura del Santo Padre por "no tapar los problemas" y por "poner los problemas sobre la mesa para generar debate, para generar discusión" y "para darnos cuenta lo que nos está pasando". En ese sentido, ejemplificó que Francisco se preocupó por la ecología al llamar la atención por el calentamiento global. "La necesidad porque nos preocupemos porque la tierra es la casa de todos", ejemplificó.
También destacó que "puso arriba de la mesa el problema de la exclusión", la que, según García Cuerva, era para "la causa de todas los males sociales". Remarcó, además, el pedido de Bergoglio para "para con la Guerra" y el acompañamiento hacia los jóvenes, a quienes "animó una y mil veces a soñar en grande" en medio de un "futuro muy incierto".
García Cuerva pidió a los feligreses "levantar la mirada y mirar hacia adelante y ver cómo entre todos construimos los que el Papa nos enseñó durante todos estos años" y destacó que el "mejor homenaje para un padre de un hijo es hacerle caso en algo de todo lo que nos enseñó".
Por último, exhortó a los argentinos a vivir "verdaderamente como hermanos, tratándonos bien y haciendo lo que predicó Francisco: la revolución de la ternura".