El presidente fue operado en San Pablo por una hemorragia atribuida a la caída que tuvo en el baño del palacio de la Alvorada. Los médicos dicen que no hubo ningún inconveniente durante el procedimiento.
Lula da Silva, operado de emergencia para drenarle un hematoma cerebral. (Foto: Gentileza The objective)
Lula da Silva, el presidente de Brasil, debió ser operado de emergencia en la ciudad de San Pablo. Tenía una hemorragia cerebral que los médicos vinculan con la caída que sufrió hace dos meses en el palacio de la Alvorada. También se informó que la cirugía para permitir un drenaje del sangrado interno se realizó sin ningún inconveniente.
El primer mandatario avisó que estaba sufriendo unos intensos dolores de cabeza, por lo tanto, la unidad médica presidencial decidió llevarlo al prestigioso hospital Sirio Libanés de la ciudad paulista. Allí -tras los estudios de rigor- se determinó la presencia de una hemorragia intracraneal que debió ser operada de urgencia para realizar su drenaje.
Lula, de 79 años, tuvo un episodio que recuerda a lo sucedido con Cristina Fernández de Kirchner. En el año 2013 fue operada de un hematoma subdural causado por un fuerte golpe en la cabeza cuando se llevó por delante una puerta vidriada.
Hace dos meses, el mandatario brasileño se aprestaba a asistir a la cumbre del BRICS en Rusia. Pero, inesperadamente, tuvo un accidente doméstico. Se cayó en el baño del palacio de la Alvorada. Ese episodio le impidió formar parte de la cumbre. Pero ahora, dos meses más tarde, apareció una lesión intracraneal.
Lula manifestó que sufría fuertes dolores de cabeza, muy intensos. Para saber que le sucedía, lo trasladaron al Hospital Sirio Libanés de San Pablo. En cuanto llegó le hicieron los estudios de rigor y comprobaron un sangrado interno que en principio, es compatible a aquella caída.
De inmediato, se dispuso intervenirlo para realizar el drenaje de la sangre acumulada en la bóveda craneana. El parte médico da algunas precisiones sobre la operación.
El primer parte médico dice que en el Hospital Sirio Libanés, se lo sometió a una "craneotomía", "para permitir el drenaje de la hematoma. La cirugía transcurrió sin inconvenientes. De momento, el presidente se encuentra bien y permanecerá internado para su seguimiento en Terapia Intensiva".
El mandatario, de 79 años, dijo cuando se cayó en el baño del palacio de la Alvorada, creyó que se había partido en "cerebro". Las curaciones de rigor hicieron que pocos días más tarde regresara al trabajo con una herida en la nuca.
Era visible la herida con 6 puntos de sutura en la nuca del primer mandatario brasileño. Sin embargo, la "procesión" siguió por dentro. Los golpes fuertes en la cabeza pueden producir una hemorragia subdural. Queda alojada en una parte intracraneal pero se puede volver muy peligrosa si el hematoma crece demasiado y comienza a presionar sobre la materia gris.
Dos meses después de esa caída, Lula sintió este lunes unos dolores muy fuertes en la cabeza. Fue por eso que los médicos decidieron trasladarlo al hospital de San Pablo y tras los estudios que se le hicieron se lo opero de emergencia. El objetivo: abrirle un drenaje para eliminar la sangre acumulada en su cráneo.
Lula estuvo bien durante la cirugía y se va recuperando en la UTI tal como se espera.
La noticia sobre el mandatario brasileño hizo recordar enseguida el episodio que vivió la entonces presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner. Ella se dio un golpe muy fuerte en la cabeza y tiempo después comenzó a sufrir fuertes dolores de cabeza y un hormigueo en el brazo.
Tras un chequeo se comprobó que ese golpe le provocó un hematoma subdural que fue creciendo lentamente con el paso del tiempo. Fue operada en agosto de 2013 para - como en caso de Lula - permitir el drenaje de la sangre acumulada.
El presidente brasileño se recupera según lo esperado en la Unidad de Terapia Intensiva en el hospital paulista. Por el momento no se dijo cuando recibirá el alta. Este día habrá otro parte médico actualizando su estado postoperatorio.