El primer ministro Netanyahu dijo que no es su propósito inmiscuirse en esta nueva etapa para Siria, tras 13 años de guerra civil, pero que no permitirá una acción en particular del nuevo gobierno.
Netanyahu adviertedesde Israel al nuebo gobierno sirio.(FotoA24.com)
"No tenemos intención de interferir en los asuntos internos de Siria, pero claramente tenemos la intención de hacer lo que sea necesario para garantizar nuestra seguridad", dijo el primer ministro Benjamín Netanyahu. Sobre la caída de Al Assad fue optimista y dijo que se abre una nueva etapa para todo Medio Oriente.
Pero al mismo tiempo, planteó una reserva sobre el régimen que tomó el poder en Siria. En especial por su pasado vinculado con Al Qaeda. El objetivo de Israel es que el nuevo gobierno de Damasco no mantenga los vínculos con el régimen iraní.
"Si este nuevo gobierno se acerca a Irán o a los grupos chiíta de Hezbollah que resisten en El Líbano, estaremos habilitados para actuar por nuestra seguridad ", advierte Netanyahu.
En estos días de la revolución en Siria, Israel atacó duramente posiciones en el límite entre ambos países para crear una zona de "exclusión o neutralidad". Esas acciones militares motivaron las quejas de las Naciones Unidas por entender que violan los acuerdos de paz de 1974.
Al nuevo líder de Siria, el pasado lo condena o cuando menos, lo coloca con un manto de sospecha sobre sus intenciones. Vinculado en sus orígenes a Al Qaeda, ha girado a posiciones más conciliadores. Abu Mohamed al Jolani siempre dijo en estos días de triunfo que busca reconstruir en paz una "Siria para todos". En la jornada del martes expresó que los líderes tienen que tener la inteligencia necesaria para adaptarse a los tiempos para seguir manteniendo como posibles sus ideales y objetivos.
Pero los reparos de Israel son muchos. Unos que vienen desde la dictadura de Assad. En especial, el rumor nunca confirmado de la posesión de armas químicas. Se cree que el gobierno de Al Assad , por presiones de Rusia y de Estados Unidos, las eliminó. Israel está determinado, luego de diezmar a Hezbollah y Hamas, a evitar que sea desde el territorio sirio (limítrofe) que puedan llegar ataques contra su territorio.
Por eso, mientras la revolución avanzaba contra Al Assad, Israel aprovechó para ataque sobre las alturas del Golán. La zona, ocupada por Israel, es el límite noreste del país y en ese lugar, el gobierno de Netanyahu quiere crear una suerte de territorio "neutro" que ponga distancia entre fuerzas sirias e Israel.
Israel no perdió el tiempo. Mientras el gobierno sirio se organizó para establecer la huida de Al-Assad y su familia, los rebeldes avanzaron de manera irrefrenable hacia Damasco. En ese mismo tiempo, el gobierno de Netanyahu atacó puntos considerados estratégicos para a sus propios intereses.
Las FDI (Fuerzas de Defensa Israelíes) dicen que destruyeron el 80% del ejército del régimen de Assad tras la caída del poder. Depósitos de misiles, buques de guerra, aviones de combate y más quedaron eliminados para evitar que estén a disposición del nuevo poder en Siria.
Esa es la manera en que Netanyahu entiende que viene una nueva época para Medio Oriente.
