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Madrid, atrapados por el apagón, mucha gente se sintió perdida en la ciudad por no tener mapas o guías electrónicas al no funcionar los celulares. (Foto: Gentileza el país)
El apagón los dejó en una zona que no es la habitual - por viajar en tren o en subte y ,obligados a ser transeúntes, buscaron que "Google Maps" o cualquier GPS los guíe al punto de llegada. Pero al caerse todos los sistemas, los mapas no aparecieron y la gente, simplemente, se sintió perdida en su propia ciudad. Mucho más si es grande como Madrid y sus alrededores.
“Siempre hemos usado Google Maps, la verdad es que estamos perdidos”, le contaron a un cronista madrileño tres personas que en la Gran Vía (corazón de Madrid, algo así como la Avenida Santa fe en el Barrio Norte de Buenos Aires) al no tener "mapas digitales o GPS que indicaran el rumbo" (según confesaron) no tenían la menor idea de cómo volver a sus hogares en la periferia de la capital española.
Con el tránsito hecho un caos, sin colectivos, ni subtes, ni trenes, el único remedio era caminar, pero, ¿hacia dónde?
Desorientados por el apagón: Lo de volver a mi casa, lo doy por imposible”
Aunque parezca increíble, los testimonios son verdaderos. Es de gente tan acostumbrada - no solo los más jóvenes - a manejarse mirando una pantalla para llegar a cualquier lado (sea caminando, buscando el mejor colectivo, línea de subte o al volante) que cuando esta falla - y a lo bestia, como este martes - la gente... se pierde.
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Sin la ayuda de la tecnología y sin energía, ir caminando fue un desafío para muchos madrileños porque se perdían. (Foto: A24.com)
Un solo ejemplo. Carabanchel es un barrio al sudoeste del centro de Madrid. Allí hay un importante centro de trasbordo en el que se unen los trenes locales ("de Cercanías") con el metro y los colectivos para llegar a la capital española. Se llama "Plaza elíptica", justamente por su forma, reconocible en cualquier mapa. Pero este martes todo fue un caos. Como están tan acostumbrados al uso de pasajes electrónicos, mirar frecuencias y los mapas en el celu, cuando eso no es posible... estaban perdidos. En todos los aspectos. Algunos, que venían en tren, al cortarse la energía no llegaron no ni a la Plaza elíptica. Otros que estaba allí, no tenían como seguir hasta Madrid. Pero para muchos de ellos, el tener que llegar solo caminando y gracias a conocer las calles, fue una prueba insuperable. Desde ahí no se llega a Madrid si nada que lo lleve o lo guíe (como un GPS). Si nunca aprendió la ruta, este martes no fue el día indicado para sentirse perdido.
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Así se vio un centro de transferencia en Madrid por el apagón. Miles de personas apelotonadas sin tener como ir ni saber tampoco llegar caminando. (Foto: Gentileza el país)
Es que uno se acostumbre tanto a que todo está en una pantalla que - según los neurólogos - no borra lugares o trayectos de la memoria, pero lo guarda en un lugar remoto, creyendo que nunca más lo necesitará. El martes fue distinto. Si no se conocen las calles y solo se usan puntos de referencias o nombre de estaciones de metro, se puede esta cerca, pero no se sabe para donde hay que caminar.
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Sin energía ni medios de transporte, ir de un lugar a otro en Madrid, fue un caos. El GPS no sirvió y hubo que volver a los mapas de papel. (Foto: Gentileza blogdeayuda)
Mucha gente, se quedó en esa situación. Y como no tenían batería en los celulares no podían avisar a sus trabajos o a sus familiares, muchos optaron por quedarse horas hasta que volvió la energía o consiguieron lugar en un colectivo.
Fue un día muy extraño. Lleno de temor al principio, cuando podía tratarse de un ciberataque desde un lugar muy remoto y desconocido. Pero luego, llegaron los problemas reales. Como conocer el lugar en donde uno vive o tiene que desplazarse a diario, para trabajar o lo que sea. Así como cuando llueve florecen los vendedores de paraguas, este martes, gracias al apagón, vender mapas de papel fue la salvación para más de uno. Si es que tenía efectivo para pagar. No funcionaban ni los QR, ni el posnet, ni nada.