Finalmente, en una compleja operación que duró varias horas, la Policía logró detener a Yoon Suk Yeol. El presidente destituido había resistido durante dos semanas con su custodia la orden de arresto dada por el parlamento coreano.
El presidente surcoreano pudo ser detenido luego de dos semanas de resistir en su residencia. (Foto: A24.com)
Se terminó la novela del presidente surcoreano Yoon Suk Yeol. Destituido por el Parlamento, resistió durante dos semanas la orden complementaria de detenerlo. Contó con la ayuda de su servició de custodia que no permitía a la policía poder capturarlo y ponerlo a disposición de la justicia.
El presidente surcoreano precipitó su final cuando estableció la ley marcial el 3 de diciembre pasado, acusando a la oposición de llevar a cabo una agenda legislativa “antiestatal” y a favor del régimen dictatorial de Corea del Norte. Por esa medida, hubo protestas graves en las calles y tuvo que anularla, pero el Congreso - opositor - lo destituyó.
Yoon Suk Yeol grabó un mensaje de video grabado antes de ser escoltado a la sede de una agencia anticorrupción en el que dijo: "El estado de derecho ha colapsado completamente en el país”.
Luego de una resistencia de más de dos semanas, Yoon Suk Yeol no tuvo más remedio que entregarse. El presidente de Corea del sur fue destituido a mediados de diciembre, pero el Congreso, además, dio la orden para que fuera arrestado. Sin embargo, Yoon Suk Yeol se atrincheró en el propio palacio presidencial, defendido por su custodia.
Pero este día 15, la policía finalmente logró ingresar en un operativo especial al lugar y detenerlo. La maniobra duró varias horas porque los efectivos tuvieron que desactivar muchas medidas de protección colocadas para impedir el acceso a su residencia.
La policía pudo franquear todas las trabas colocadas por la custodia del exmandatario. El pasado 3 de enero, no se pudo cumplir la orden de detención por la resistencia demostrada por quienes seguían siendo leales al mandatario desalojado del poder.
Esta vez, como la policía pudo llegar hasta el interior del palacio presidencial, Yoon Suk Yeol comprendió que su tiempo había terminado y ordenó a la custodia que no resistiera. El expresidente fue detenido de inmediato y llevado en una caravana de camionetas policiales hasta la sede de la fiscalía.
Poco antes de ser arrestado, Yoon Sul Yeol grabó un mensaje que subió a las redes sociales. Allí ratificó que cuando decidió instrumentar la ley marcial fue para evitar el avance de los movimientos insurgentes que están de parte del régimen norcoreano.
Pero tuvo que dar marcha atrás por las protestas sociales que se despertaron y su suerte quedó sellada en ese momento. Por eso, en su mensaje alertó a la ciudadanía: "El estado de derecho haya colapsado completamente en el país”.
Pero la oposición política tiene el enfoque totalmente contrario sobre el momento político de Corea del Sur. El mayoritario partido Democrático - celebrando la detención del exmandatario - afirmó en un comunicado: "Es el primer paso hacia la restauración del orden constitucional, la democracia y el Estado de derecho”.
Ahora, Yoon sul Yeol, en manos de la Justicia, afrontará un proceso penal en su contra que, seguramente, lo llevará a cumplir una pena en prisión.