El republicano asegura que hará una presidencia para "dejar un legado en la historia" con la recuperación de la grandeza de los Estados Unidos y con medidas radicales que van desde la inmigración hasta la política internacional y la economía.
Donald Trump anunciará una serie de medidas radicales para instrumentar desde su primer día de gobierno (Foto: gentileza F24).
"Vamos a detener la invasión de nuestras fronteras", fue una de las frases que más resonó durante toda la campaña presidencial de Donald Trump. La repitió en su último discurso en el fin de semana, antes de la ceremonia de la toma de posesión de este lunes como el 47° presidente de los Estados Unidos.
Trump quiere dejar un "legado" luego de sus últimos 4 años en la Casa Blanca. Para eso, no quiere perder un minuto de acción y anunció varias medidas que instrumentará en cuanto esté nuevamente en el escritorio del Salón Oval.
Trump enviará una serie de iniciativas para contener la inmigración ilegal, especialmente, la que llega desde la frontera con México. Endurecerá las medidas de contención para evitar los cruces de inmigrantes sin permiso legal. Pero además, anticipó que en estos próximos 4 años se verá la deportación "más masiva de la historia" de los inmigrantes ilegales.
El presidente republicano también tiene otros objetivos inmediatos: designó a su amigo Elon Musk como funcionario para hacerse cargo de una "remodelación total del Estado federal". Algo similar al trabajo que desarrolla Federico Sturzenegger en el gobierno de Javier Milei.
También quiere reformular al FBI, su relación con los aliados de la OTAN y reunirse rápidamente con Vladimir Putin por la guerra entre Rusia y Ucrania. Del mismo modo, buscará un contacto con su par chino, Xi Jinping, para no llegar a la guerra comercial que duró 18 meses en su primera presidencia.
En otro sentido, pretende apoyar sin duda alguna a Israel en su conflicto con los terroristas islámicos y modificar también la influencia china en América Latina.
En la catarata de decretos que prepara, Trump anunciará una serie de medidas para fortalecer y proteger la industria norteamericana, aunque algunos países, como la Argentina, pueden formar parte de acuerdos bilaterales de comercio, más allá del proteccionismo pregonado por el republicano.
Combatir la inmigración ilegal fue una constante desde su primer gobierno en 2017. Criticó por "blando", en este tema, a Biden durante los 4 últimos años y prometió retomar su iniciativa desde el primer día en que esté de regreso en la Casa Blanca. Al respecto, no solo reforzará el apoyo económico, logístico y de personal para controlar los pasos fronterizos. También anunciará medidas para deportaciones masivas e inmediatas de quienes ya están en los Estados Unidos sin permisos legales. Reiteradas veces habló de los "criminales, gánsteres y narcos" que presuntamente llegan desde México para degradar a la sociedad norteamericana y ponerla en peligro.
Este mensaje tuvo amplia recepción en los ya "americanos latinos", que están establecidos legalmente en Estados Unidos. Trump ganó en los estados en los que son muy importantes, especialmente en los que están compartiendo la frontera con México. Y lo mismo sucedió entre los que viven en diferentes ciudades de ese país -sobre todo entre los afroamericanos- que se sienten desplazados y amenazados por los "ilegales que se quedan con sus trabajos", generalmente en las escalas más bajas de salarios.
El nuevo presidente designó a Elon Musk para reformular todo el estado federal, especialmente para disminuir su burcracia. Pero además tiene otros objetivos: reformurlar a fondo el funcionamiento del FBI. Trump entiende que se ha politizado y que en lugar de dar seguridad a los ciudadanos, se transformó en un “instrumento” en manos de los demócratas.
Pero todo gira en torno de su archiconocida sigla que resume su plan de Gobierno: MAGA. Es decir, "Make America Great Again". En ese sentido, "hacer nuevamente grande a los Estados Unidos", para Trump, implica proteger a la industria nacional, fomentar que las empresas norteamericanas dejen sus fábricas en el exterior para dar más trabajo a los norteamericanos y proteger sus productos de la competencia extranjera. Pese a los acuerdos comerciales con México y Canadá, anunció que elevará al doble la presión de los impuestos para colocar productos de esos países en el mercado local.
Lo mismo intenta lograr con otras regiones del mundo, especialmente en Defensa. La OTAN está "mantenida", según Trump, por los dólares de EE.UU. y los europeos "remolonean" con su contribución económica. Ese dinero que Estados Unidos "dilapida" para cuidar a los europeos debe volver a invertirse en el desarrollo de la producción norteamericana.
Sin embargo, algunos países, como la Argentina de Milei, pueden verse favorecidos en acuerdos de integración comercial, más allá del proteccionismo del republicano.
"Verán órdenes ejecutivas desde el primer día que los harán extremadamente felices. Tenemos que poner a nuestro país en el rumbo correcto", dijo Trump el domingo en un mitin a todos los norteamericanos.
Se esperan definiciones claras y rápidas de Trump en relación con la política exterior, como proteger a la industria norteamericana, especialmente frente a la competencia de China. Pero apuesta a mantener una buena relación de Xi Jinping. También con Putin para cumplir otro anuncio de campaña: terminar la guerra en Ucrania.
Pero en este primer momento, en la Casa Blanca, volverá a ratificar su alianza incondicional con Israel, algo de lo que acusa a Joe Biden de haber abandonado.
Con estas líneas generales, Trump les anticipó a los senadores de su partido que firmará "una cantidad récord de documentos" después de su discurso de toma de posesión. Muchos de ellos significarán una reversión de gastos dispuestos por Biden. Sus políticas sociales no son compartidas por el nuevo ocupante de la Casa Blanca.
Este cúmulo de medidas listas para publicar aglutinan a más de 100 acciones ejecutivas que saldrían en primer día. Se cree que el primer grupo abarcaría temas vinculados a aranceles (proteccionistas), reforzar la seguridad de la frontera sur, suprimir regulaciones e incrementar la producción energética.
De nuevo, en este tema, Trump es polémico. Su frase, "dig, baby, drill" ("perfora, nene, perfora") se refiere a potenciar la capacidad de producir con base en energía provenientes de fósiles y carbón, elementos que alimentan el cambio climático, algo que para Trump es, lisa y llanamente, un invento de los ecologistas, contrarios a la riqueza de EE.UU. en ese campo.
