En 1978 tuvo un breve paso por General Mitre, donde fue segundo máximo goleador del torneo, y un año después llegó a San Lorenzo. En el equipo de la calle Rodríguez Peña no solo conquistó tres títulos consecutivos entre 1979 y 1981, sino que también demostró su versatilidad al desempeñarse como mediocampista derecho.
En 1983, Di Muro descendió a Primera B para ser parte del Aldosivi que logró el ascenso a Primera División, sumando un título más a su palmarés. Más adelante, regresó a Alvarado en 1985 y culminó su carrera en Primera División con Peñarol en 1986. Su retiro definitivo fue en la Primera B, jugando para River, donde en 1988 celebró su último campeonato.
El legado imborrable de “Toto” Di Muro
Con 62 goles en Primera División y al menos 32 más en el ascenso, Di Muro dejó una huella indeleble. También representó a la Selección de Mar del Plata en distintas oportunidades. No obstante, más allá de las cifras y los títulos, su alegría, compañerismo y pasión por el deporte son los valores que sus excompañeros destacan al recordarlo.
Di Muro fue, como lo describen muchos, un “pequeño grande” del fútbol marplatense. Su figura perdurará en la memoria de quienes lo vieron jugar y compartieron con él dentro y fuera de la cancha.