Colapinto también bromeó sobre cómo este arduo entrenamiento impacta en su físico, al punto de sentir que su cuello adquiere un tamaño desproporcionado. “Después te queda el cuello muy grande, es asqueroso. Parecés un rugbier más que un piloto de Fórmula 1”, comentó el argentino, generando risas tanto en el público como en el propio set del programa.
En un divertido momento de la entrevista, el piloto accedió a medir el diámetro de su cuello, llevándose una sorpresa al descubrir que alcanzaba los 43 centímetros, coincidiendo con su número de competencia en la Fórmula 1. "¡43! Como mi número", exclamó Colapinto con entusiasmo.
El número 43 tiene un significado especial para Franco, ya que es un homenaje a su padre, Aníbal Colapinto, quien también lo utilizó durante su carrera en diversas categorías de motociclismo y automovilismo. Desde el karting hasta la Fórmula 1, Franco portó el mismo dorsal que su padre, manteniendo una tradición familiar. Aníbal, quien compitió en Speedway, Enduro y Turismo Nacional, explicó en una entrevista pasada con La Nueva de Bahía Blanca: "Franco usó el 43 en karting, y este año, cuando le consultaron en la Fórmula 1, pidió también el 43, y estaba disponible".
Con un estilo desenfadado y una actitud siempre positiva, Franco Colapinto sigue dejando su huella en el mundo del automovilismo, no solo por su habilidad en la pista, sino también por su autenticidad y la manera en la que enfrenta los desafíos que conlleva estar en la élite de la Fórmula 1.