Jelkic había viajado a España con sus compañeros para disfrutar de unas vacaciones tras un partido. La última vez que se lo vio con vida fue en la madrugada del 1 de febrero, cuando regresó a la discoteca Upikum para buscar una chaqueta. Las imágenes de seguridad muestran que luego se dirigió al puerto, donde se cree que cayó accidentalmente. Su cuerpo fue hallado flotando en el agua dos días después.
Su familia y amigos lo buscaron intensamente. Su hermana, Janja, expresó su dolor en declaraciones al diario Blick: “Mi padre nos ha informado. Su muerte nos ha destrozado. Siempre estaba ahí para todos. Podías confiar en él”.
El FC Granges Paccot también despidió a su jugador con un emotivo mensaje: “Un amigo, un compañero de equipo, una inspiración para todos. Descansa en paz”. Mientras se esperan los resultados de la autopsia, el mundo del fútbol lamenta la partida de un joven deportista que soñaba con triunfar en la cancha.