"Estuvimos como tres meses sin hablar. Yo la pasé como el orto", reveló el volante en una entrevista con Infobae. Y agregó: "Le mandé un mensaje al día siguiente, le mandé a los 15 días... Yo le dije: 'No era para vos, no era para ofender'. Y no respondió. Estuvo tres meses sin contestar".
El intento de reconciliación no llegó en la vuelta, disputada en París, porque la tensión de la serie lo impidió. Tampoco pudieron limar asperezas en la Selección en marzo, ya que la Fecha FIFA se suspendió por la alta cantidad de contagios de Covid-19.
Finalmente, el reencuentro se dio en junio, en la previa de la Copa América, que marcaría el inicio de una nueva era para la Albiceleste. Paredes recordó que llegó al predio de Ezeiza con nervios por la incertidumbre sobre cómo lo trataría Messi tras el distanciamiento. Sin embargo, el capitán rompió el hielo de manera inesperada. "Llegamos el mismo día al predio. Yo llegué un ratito antes y apareció en mi habitación. Me estaba lavando los dientes, era muy temprano, y me tiró agua mientras me decía: ‘¿Qué hacés despierto tan temprano?’".
A partir de ahí, todo volvió a la normalidad. La relación se fortaleció aún más y ambos fueron parte del grupo que llevó a Argentina a ganar la Copa América 2021, el Mundial 2022 y otra Copa América en 2024. Con la complicidad de Paredes y De Paul, Messi encontró en la Selección un entorno donde se sintió cómodo, lejos de la idolatría y el trato distante, y más cerca de la amistad y la confianza.