A lo largo del fin de semana, el argentino participa en reuniones técnicas junto a los titulares y el equipo de ingenieros. Aunque no tiene tiempo de pista, sigue cada sesión con atención, tomando nota de los detalles clave del comportamiento del monoplaza y las estrategias utilizadas.
El viernes, con los primeros entrenamientos libres, su rol es observar desde el box y analizar los datos en tiempo real, mientras que el sábado, en la clasificación, su participación es clave en la interpretación de la telemetría y la toma de decisiones para la estrategia de carrera.
El domingo, aunque el reglamento impide reemplazos tras la clasificación, sigue involucrado en la planificación de la competencia y en el análisis del rendimiento. Luego del GP, regresa al simulador para comparar las predicciones con los resultados reales y colaborar en la evolución del auto.
Así, más allá de la posibilidad de subirse al monoplaza en caso de emergencia, el trabajo de Colapinto es crucial para Alpine en cada fecha del calendario de la Fórmula 1.